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¡Abajo los pantalones!


Hace dos veranos la prensa nos machacó por goleada: Su campaña de acoso y derribo contra Mourinho tuvo éxito y el portugués se fue a Londres confirmando que Florentino Pérez había cedido al ultimátum "Presi, en junio Mourinho o nosotros".
Los "pulsos" de Ramos en la era Mourinho

El verano pasado los periodistas volvieron a pintarnos la cara, consiguieron que su hombre en el Real Madrid recuperara la titularidad librándole de la competencia de Diego López.

Este, sin embargo, la cosa pintaba bien para los intereses del Real Madrid: El traspaso de Casillas al Oporto, pese a la agotadora campaña para que acabara aquí su carrera, parecía que iba a marcar una nueva etapa en el club, libre de las hipotecas que había dejado Ramón Calderón con los contratos vitalicios y, sobre todo, permitía confiar en que por fin podríamos jugar con un portero del nivel que requieren los objetivos del club.


Pero aquí la paz dura poco, antes incluso de confirmarse la salida del portero saltó la campaña de renovación de Ramos, una campaña de amenazas y ultimátums desplegada desde el entorno de René Ramos (los que se ha conocido como los "reneítos") periodistas encabezados por Manolo Lama y el AS. El de la COPE, conocido antimadridista y enemigo declarado de Florentino Pérez, no se ha molestado en disimular, ha dicho abiertamente que sus informaciones sobre el caso Ramos venían directamente del jugador.

Los "reneítos" hablando en nombre de Ramos
Y lo que le contaba su amigo era ni más ni menos que se quería ir porque el Real Madrid le había prometido una subida tras el gol de la décima, que la oferta era de siete millones y medio, que la consideraba un insulto porque quería 10 millones y como no se los pagaban se iba al Manchester que le ofrecía 12.

Opción venta y opción cumplir el resto del contrato

A mí la perspectiva de la salida de Ramos me parecía demasiado buena para creérmela, sobre todo viniendo de fuentes tan "fiables" como Lama, Relaño y demás. Sacar dinero por un jugador altamente problemático que lleva años echando pulsos al club y con un rendimiento deportivo bastante irregular, sobre todo en su posición de defensa, me parecía una opción más que interesante. Y luego estaba la otra alternativa: De no llegar una oferta que el club considere interesante, dejar las cosas como están ya que al jugador le quedan dos años de contrato. Incluso una tercera opción, subirle la ficha los dos años que quedan y aplazar la decisión de renovarle alguna temporada si su rendimiento lo aconsejaba, sería asumible. Lo que en ningún caso tiene sentido es ceder al chantaje planteado por Ramos y los "reneítos", pagarle los 10 millones que pide y, sobre todo, ampliar tres años más su contrato hasta 2020.

Bajada de pantalones


Pues eso es lo que anuncia la prensa, no sólo el entorno de Ramos, sino también el de Florentino con Pedrerol a la cabeza: Que vamos a tener que aguantar sus pulsos cinco años más, hasta que cumpla los 34 años, cobrando la pasta que exigió.
"Ramos 2020", un triunfo de la prensa

Repito que no me preocupa el apartado económico tanto como el de hipotecar al club cinco años con un jugador tan conflictivo e irregular, pero ceder a su exigencia de 10 millones, aunque sea disfrazada de 8.5 o 9 más objetivos, me parece una auténtica bajada de pantalones, sobre todo porque el Real Madrid no tiene ninguna necesidad de ceder a la campaña, más cuando el único interés del Manchester United ha sido enredar con De Gea, pero en ningún momento ha mostrado intención de pagar un dineral al Madrid y una ficha de estrella al jugador.

El club tiene la sartén por el mango, al menos hasta dentro de año y medio, a finales de 2016 cuando Ramos podría negociar con otros clubes. ¿Por qué entonces ceder?

La prensa se ha apresurado a decir que el presidente está preocupado por los gritos de "Florentino dimisión" en la despedida de Casillas. Si tenemos en cuenta el número y edad de los presentes en el Bernabéu, pensar que unos cientos de quinceañeras pueden provocar que el Real Madrid se meta en una operación multimillonaria y se hipoteque cinco años, parece una broma de mal gusto.

Y por último está el ejemplo. Aceptar el "Ramos 2020" por la pasta que exigieron Lama y demás sería señalar el camino a cualquier jugador que pretenda sacar lo que quiera del club:

"¿Quieres más pasta? ¿Quieres un prolongación de tu contrato? Vete a hablar con Lama, o Roncero y ellos te lo arreglan."







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