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La pólvora del Rey

Se dice que alguien "dispara con la pólvora del Rey" cuando dilapida alegremente unos recursos que le toca administrar, pero que no le pertenecen. Esta expresión le viene al pelo tanto a la RFEF, como a la UEFA o la FIFA, organismos que disponen a su antojo de estrellas de fútbol cuyos fichajes y salarios abonan los clubes de fútbol, a quienes se los arrebatan interrumpiendo las competiciones en las que están inmersos, como es el caso de este último parón de selecciones que nos ha tocado sufrir y que al menos ha servido para comprobar que Casillas no está para ser portero de un equipo de fútbol profesional.

Los clubes de fútbol forman a los jugadores, los fichan, les pagan sus salarios tanto cuando juegan como cuando están en baja forma o lesionados. Pero como alguno destaque, la federación de fútbol de su país le echará el ojo encima y se lo llevará cuando le venga en gana, si es jovencito a las selecciones inferiores y si es mayor a la absoluta.

Ronaldo sufrió problemas de rodilla con su selección 

Y subrayo que se los llevan cuando les viene en gana porque son los organismos federativos quienes imponen el calendario de los partidos amistosos, los torneos de clasificación y los campeonatos en que participan los combinados nacionales.

Pensemos en lo que ha costado al Real Madrid tener en su plantilla a jugadores como, por ejemplo, Bale o Modric, cuyos fichajes supusieron meses de pulso con el rocoso Daniel Levy del Tottenham y decenas de millones de euros. Pues bien, para que estos jugadores se vayan a jugar un par de partidos organizados por la UEFA, en medio de la temporada, sólo hace falta que sus respectivos seleccionadores escriban sus nombres en una lista. Y que no rechiste el Real Madrid porque la sanción será ejemplar y no habrá forma de eludirla porque podrían llegar a excluirnos de las competiciones en que participamos como es el caso de la Champions League.

Un nuevo torneo: La UEFA Nations League

El negocio para los Blatter, Platini, Villar y sus secuaces es redondo, pero su ambición es mayor aún. No se conforman con el Mundial y Eurocopa, con sus respectivos torneos clasificatorios, con la Confederaciones o el Mundial de clubes. No, para 2018 tienen previsto un nuevo Torneo que se llamará "UEFA Nations League" y que se celebrará los años que no haya clasificación para Mundial o Eurocopa. Para esta nueva competición se formarán cuatro divisiones en las que se repartirán las 54 selecciones del continente según sus coeficientes. Entre septiembre y diciembre de 2018 habrá una fase de grupos entre selecciones de nivel similar y en junio del año siguiente habrá una Final Four para decidir el campeón. (Ver descripción de la competición).

Todo muy bonito, sobre todo para la UEFA que volverá a hacer un negociazo a costa de arrebatar a los clubes sus principales figuras, cargando más partidos aún sobre sus piernas. Cada temporada más partidos, de clubes que son los que pagan y de selecciones que son las que se los llevan por la cara. Pero los jugadores son los mismos y cada vez son más las señales de alarma que avisan de que incluso físicos casi sobrehumanos como el de Cristiano Ronaldo llegan rotos a los meses donde se deciden los títulos.

La gallina de los huevos de oro

Todo esto es una cuestión de avaricia. Que los clubes tengan que hacer giras veraniegas o disputar amistosos en lugares exóticos para hacer caja y poder pagar a sus estrellas tiene una explicación. Pero que las selecciones tengan un afán lucrativo similar, cuando la "materia prima" les sale gratis, es escandaloso.

Si los clubes no quieren matar a la gallina de los huevos de oro no les va a quedar otra que romper la baraja. La Liga Europea, no de naciones sino de clubes, vuelve a presentarse como la solución para que el fútbol de élite escape de las garras de los "señores feudales" que controlan el fútbol mundial. Florentino intentó crearla y se puso a la UEFA en contra. Otros clubes le siguieron, el famoso G-14 que acabó disuelto bajo la iniciativa de un Laporta que supo "moverse" en los despachos para traicionar al resto de clubes y ganarse el aprecio de Platini, igual que hizo en España cuando votó por Villar cuando había acordado con los otros clubes de primera su apoyo a la candidatura de Gerardo González (movimientos que se vieron muy generosamente reflejados en el apartado del "saldo arbitral"). Pero la idea de una Liga profesional europea que funcionara de forma similar a la NBA sigue vigente, porque los grandes clubes son multinacionales con presupuestos de cientos de millones de euros y no pueden seguir indefinidamente sometidos a los caprichos de sujetos de la calaña de un Blatter cuyo cinismo le llevó a encargar una investigación sobre la adjudicación de los mundiales de Rusia y Qatar y, ahora que tiene los resultados, se niega a hacerlos públicos. Pero esa es otra historia que se contará en otro momento.




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