El embolado en que se ha metido Ramos con su renovación me ha recordado lo que contaba Ramón Mendoza acerca de la vez que Emilio Butragueño le pidió una reunión para hablar de su ficha. Era la época de explosión deportiva del jugador que dio nombre a la "Quinta del Buitre", el "Niño" de una afición blanca que le adoraba como a pocos de los que han vestido la camiseta del Real Madrid. Cuando llegó el día de la cita, Don Ramón se sentó en su despacho esperando que Butragueño llegara con padre, representante, portavoz, abogado y cualquier otra figura o figurante de los que suelen acompañar a un futbolista de prestigio. Pero no, según contaba Mendoza, lo que pasó es que llamaron a la puerta, se asomó la cabeza de querubín del Buitre preguntando si podía pasar, entró sólo y cerró la puerta a sus espaldas. Las muy diferentes negociaciones Buitre-Mendoza y Ramos-Florentino Mendoza, un hombre de negocios pionero, capaz de hacer tratos comerciales con la URSS en la épo...