El embolado en que se ha metido Ramos con su renovación me ha recordado lo que contaba Ramón Mendoza acerca de la vez que Emilio Butragueño le pidió una reunión para hablar de su ficha. Era la época de explosión deportiva del jugador que dio nombre a la "Quinta del Buitre", el "Niño" de una afición blanca que le adoraba como a pocos de los que han vestido la camiseta del Real Madrid. Cuando llegó el día de la cita, Don Ramón se sentó en su despacho esperando que Butragueño llegara con padre, representante, portavoz, abogado y cualquier otra figura o figurante de los que suelen acompañar a un futbolista de prestigio. Pero no, según contaba Mendoza, lo que pasó es que llamaron a la puerta, se asomó la cabeza de querubín del Buitre preguntando si podía pasar, entró sólo y cerró la puerta a sus espaldas.
Mendoza, un hombre de negocios pionero, capaz de hacer tratos comerciales con la URSS en la época del Telón de Acero o de organizar la Quiniela Hípica, se relamió pensando que a aquel crío se lo merendaba en un abrir y cerrar de ojos. Pero no, "el del pelo blanco" (como le llamaba Gil) contó que aquella había sido la negociación más dura que había acometido en su vida con un jugador de fútbol, que con su sonrisita infantil Butragueño rechazó todas y cada una de sus propuestas y que la única manera de llegar a un acuerdo fue subirle la ficha por encima de los 100 millones de pesetas, una cifra que parecía inalcanzable en aquellas fechas.
¿Qué se dijo en aquella negociación? Sólo Emilio lo sabe porque Don Ramón nos dejó hace muchos años. Eso sí, recordando una frase medio en broma del jugador un tiempo después: "Si me llego a ir al Barcelona a mi padre le queman la droguería", podemos pensar que las apuestas sobre la mesa fueron bastante fuertes.
Pasaron los años, llegó Valdano como entrenador y le sentó el banquillo. El Buitre se fue a final de temporada sin más ruido que el de los cimientos del Bernabéu, temblando por los atronadores cánticos y ovaciones del público en su partido de despedida. Unos años jugando en Méjico, donde le nombraron "El Caballero de las canchas", otros años en EEUU formádose en gestión deportiva en los Dodgers (equipo de baseball de Los Angeles) y en la UCLA (Universidad de California) y, ya de vuelta en casa, tras ocupar diferentes puestos en el Real Madrid coincidiendo con las dos etapas de Florentino, ha llegado a colocarse en una inmejorable posición de cara a un futuro asalto a la presidencia del Club.
Los carroñeros
A nadie se le escapa que traigo el ejemplo de Butragueño para enfrentarlo al de los dos capitanes actuales del Real Madrid. Es sangrante la diferencia entre la forma en que afrontó el de la Quinta su sudida de ficha y el esperpento en que ha convertido Ramos su demanda de ampliación de contrato, la forma en que se ha puesto en manos de lo más carroñero de la prensa deportiva, de los que no buscan información sino basura en la que revolcarse. Esos carroñeros que defienden tanto la titularidad de Casillas como la exigencia de Ramos de cobrar diez millones son los que han acabado con la imagen de uno y, esperemos, con la carrera del Real Madrid del otro.
Hablando del portero, su trayectoria corría paralela a la de Butragueño: Canterano que debuta muy joven y se gana el cariño de la afición y jugador con un enorme talento que saca en las grandes ocaciones, bien protagonizando una remontada de las del Buitre, bien salvando varios goles cantados como Casillas en la Final de la Novena. Otro similitud es que ambos han declarado su aspiración a llegar a presidente del Real Madrid. Y sí, vidas paralelas hasta que uno de los dos se puso en manos de los carroñeros, y no fue precisamente el Buitre. La forma que ha tenido Casillas de dilapidar su prestigio y ascendencia sobre la afición por utilizar a la prensa más rabiosamente antimadridista contra el club debería servir de ejemplo a cualquier jugador que pudiera caer en la tentación de utilizar las mismas artimañas.
El que desde luego no ha escarmentado con su ejemplo ha sido Ramos, que ha tomado como portavoz nada menos que a Manolo Lama, posiblemente el enemigo más enconado del actual presidente del Real Madrid. Igual que Casillas se ha cerrado la posibilidad de salir por la puerta grande del club (y de volver por ella algún día), Ramos ha hecho imposible su continuidad, a menos que se quiera elevar la tensión en el club muy por encima incluso de la que ha sufrido por el caso del portero. Si se queda, se va a llevar pitos de la afición cuando suba, cuando baje y cuando se quede enmedio. Y éste no tiene el carácter de Casillas, éste no se aguanta una temporada de pitos para mandar a tomar por culo a la grada. Y viendo y oyendo la que están montando ahora sus "representantes" Lama, Caridad, Cristóbal Soria, etc. el ruido que iba a haber en torno al Real Madrid en la próxima temporada iba a ser insufrible.
Tengo la impresión de que a lo tonto (en el caso del camero viene al pelo) Ramos ha cerrado al club cualquier posibilidad de seguir: Ceder a sus pretensiones rompería el esquema salarial y crearía un precedente para que cualquier jugador con ansias de más dinero utilizara a lo más abyecto de la prensa antimadridista para alcanzar sus pretensiones. Dejarle sería meter en el vestuario una caja de bombas de relojería que explotarían día sí y día también. Sólo ha dejado una solución: Que lo pongan de patitas en la calle.
Y ¿quién sabe? si gracias a la campaña de los carroñeros el Real Madrid se obligado a librarse de Ramos y Casillas (algo que debió hacer cuando el "Presi, en junio Mou o nosotros") quizás hasta tengamos que darles las gracias.
Las muy diferentes negociaciones Buitre-Mendoza y Ramos-Florentino |
Mendoza, un hombre de negocios pionero, capaz de hacer tratos comerciales con la URSS en la época del Telón de Acero o de organizar la Quiniela Hípica, se relamió pensando que a aquel crío se lo merendaba en un abrir y cerrar de ojos. Pero no, "el del pelo blanco" (como le llamaba Gil) contó que aquella había sido la negociación más dura que había acometido en su vida con un jugador de fútbol, que con su sonrisita infantil Butragueño rechazó todas y cada una de sus propuestas y que la única manera de llegar a un acuerdo fue subirle la ficha por encima de los 100 millones de pesetas, una cifra que parecía inalcanzable en aquellas fechas.
¿Qué se dijo en aquella negociación? Sólo Emilio lo sabe porque Don Ramón nos dejó hace muchos años. Eso sí, recordando una frase medio en broma del jugador un tiempo después: "Si me llego a ir al Barcelona a mi padre le queman la droguería", podemos pensar que las apuestas sobre la mesa fueron bastante fuertes.
Pasaron los años, llegó Valdano como entrenador y le sentó el banquillo. El Buitre se fue a final de temporada sin más ruido que el de los cimientos del Bernabéu, temblando por los atronadores cánticos y ovaciones del público en su partido de despedida. Unos años jugando en Méjico, donde le nombraron "El Caballero de las canchas", otros años en EEUU formádose en gestión deportiva en los Dodgers (equipo de baseball de Los Angeles) y en la UCLA (Universidad de California) y, ya de vuelta en casa, tras ocupar diferentes puestos en el Real Madrid coincidiendo con las dos etapas de Florentino, ha llegado a colocarse en una inmejorable posición de cara a un futuro asalto a la presidencia del Club.
Los carroñeros
A nadie se le escapa que traigo el ejemplo de Butragueño para enfrentarlo al de los dos capitanes actuales del Real Madrid. Es sangrante la diferencia entre la forma en que afrontó el de la Quinta su sudida de ficha y el esperpento en que ha convertido Ramos su demanda de ampliación de contrato, la forma en que se ha puesto en manos de lo más carroñero de la prensa deportiva, de los que no buscan información sino basura en la que revolcarse. Esos carroñeros que defienden tanto la titularidad de Casillas como la exigencia de Ramos de cobrar diez millones son los que han acabado con la imagen de uno y, esperemos, con la carrera del Real Madrid del otro.
Hablando del portero, su trayectoria corría paralela a la de Butragueño: Canterano que debuta muy joven y se gana el cariño de la afición y jugador con un enorme talento que saca en las grandes ocaciones, bien protagonizando una remontada de las del Buitre, bien salvando varios goles cantados como Casillas en la Final de la Novena. Otro similitud es que ambos han declarado su aspiración a llegar a presidente del Real Madrid. Y sí, vidas paralelas hasta que uno de los dos se puso en manos de los carroñeros, y no fue precisamente el Buitre. La forma que ha tenido Casillas de dilapidar su prestigio y ascendencia sobre la afición por utilizar a la prensa más rabiosamente antimadridista contra el club debería servir de ejemplo a cualquier jugador que pudiera caer en la tentación de utilizar las mismas artimañas.
El que desde luego no ha escarmentado con su ejemplo ha sido Ramos, que ha tomado como portavoz nada menos que a Manolo Lama, posiblemente el enemigo más enconado del actual presidente del Real Madrid. Igual que Casillas se ha cerrado la posibilidad de salir por la puerta grande del club (y de volver por ella algún día), Ramos ha hecho imposible su continuidad, a menos que se quiera elevar la tensión en el club muy por encima incluso de la que ha sufrido por el caso del portero. Si se queda, se va a llevar pitos de la afición cuando suba, cuando baje y cuando se quede enmedio. Y éste no tiene el carácter de Casillas, éste no se aguanta una temporada de pitos para mandar a tomar por culo a la grada. Y viendo y oyendo la que están montando ahora sus "representantes" Lama, Caridad, Cristóbal Soria, etc. el ruido que iba a haber en torno al Real Madrid en la próxima temporada iba a ser insufrible.
Tengo la impresión de que a lo tonto (en el caso del camero viene al pelo) Ramos ha cerrado al club cualquier posibilidad de seguir: Ceder a sus pretensiones rompería el esquema salarial y crearía un precedente para que cualquier jugador con ansias de más dinero utilizara a lo más abyecto de la prensa antimadridista para alcanzar sus pretensiones. Dejarle sería meter en el vestuario una caja de bombas de relojería que explotarían día sí y día también. Sólo ha dejado una solución: Que lo pongan de patitas en la calle.
Y ¿quién sabe? si gracias a la campaña de los carroñeros el Real Madrid se obligado a librarse de Ramos y Casillas (algo que debió hacer cuando el "Presi, en junio Mou o nosotros") quizás hasta tengamos que darles las gracias.
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