Victoriano Sánchez Arminio entró de la mano de Villar en el Comité de Designación de Árbitros como miembro y desde 1993 preside el Comité Técnico de Árbitros, puesto que ocupa hasta hoy manejando a su antojo el sistema arbitral, designando a dedo qué árbitros pitan cada jornada y, sobre todo, qué árbitros ascienden a la máxima categoría (no bajan de 150.000 euros sólo por pitar en España) y quienes descienden. Repito: Todo esto lo hace sin otro criterio que sus caprichos, nadie ejerce sobre él ningún control salvo Villar, quién le mantiene en su puesto elección tras elección (si es que se puede llamar "elección" el sistema clientelar que sigue la Federación Española de Fútbol para nombrar su presidente) desde hace 25 años. Tras el paso de Villar por chirona, Sánchez Arminio ve su puesto en peligro, igual que unos árbitros que hasta hoy sabían cómo había que medrar en el régimen y temen que haya cambios como, por ejemplo, que se les empiece a juzgar por su competencia en l...