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Iron Mou

Permítaseme un chiste subido de tono pero muy adecuado para hacer un símil con las estrategias para acabar con Mou que se emplean en nuestro país:
Un tipo que quiere librarse de su mujer le pregunta a un amigo: 
- Oye ¿tú sabes cómo se puede uno deshacer de su mujer? 
- Muy fácil, matándola a polvos, tu échale cinco al día y en un mes se muere. 
A los 29 días el hombre -que se había quedado en 30 kilos- observaba apoyado en un bastón, tembloroso, amarillo y avejentado,  cómo la mujer cantaba tan contenta mientras tendía la ropa. Entonces sonrió y dijo para sí mismo: 
- Canta canta, que para lo que te queda de vida...
Como el tipo que quiere acabar con su mujer, yo veo a muchos que están convencidos de que a base de palos van a acabar con Mou como muy tarde a final de temporada, pero no se dan cuenta de que los ataques les están desgastando a ellos, mientras que Mou, como la mujer que canta tendiendo la ropa, sigue centrado en su trabajo como si tal cosa.

Tras casi tres años en el Real Madrid recibiendo ataques de dentro y de fuera, tanto de los organismos federativos como de la prensa e incluso de los estamentos políticos, Mou sigue resistiendo impávido como si tuviera una armadura tan poderosa como la que utiliza Tony Stark, el Iron Man de la Marvel. Y como  en cualquier comic que se precie, en cada temporada nuestro "héroe" se ve abocado al desastre, parece no tener ninguna salida, pero finalmente triunfa mientras que el villano de turno cae estrepitosamente derrotado.

Mourinho con la armadura de Iron Man, al frente de Los Vengadores

Valdano

La primera batalla de Mou en el Real Madrid fue nada más llegar al club. Valdano, mano derecha de Florentino Pérez en sus dos etapas, tras el fracaso de un Pellegrini eliminado en Copa con el Alcorcón y en octavos de Champions por el Olimpyc de Lyon, tuvo que tragar con que el presidente fichara a Mourinho, un técnico opuesto a la filosofía menotista que él siempre había predicado, un fútbol de toque y pase corto que, aunque ahora nos vendan que lo ha inventado Guardiola, ya lo había traído Menotti a España a principios de los ochenta. Pero si Valdano cara a la galería llegó a disculparse por artículos en los que había criticado a Mou, en la práctica no tardó en iniciar una guerra sin cuartel tanto dentro del club -utilizando a jugadores y empleados de su cuerda- como fuera empleando sus contactos con los medios de comunicación en los que había trabajado, principalmente del Grupo PRISA.

Tras un 5-0 en el Camp Nou, eliminado en Champions por el Barcelona y sancionado por la UEFA por la rueda de prensa de los "por qués", nadie daba un euro por la continuidad de Mou en el Real Madrid pero, mira por donde, el que salió con el rabo entre las piernas fue Valdano.


Guardiola

La segunda temporada de Mou empezó peor aún: Derrotado en la Super Copa de España por el Barsa de Guardiola y protagonizando el célebre episodio del dedo en el ojo que hizo que la foto de The Observer haya sido una de las imágenes más vistas de la historia de internet. En esta segunda temporada el "super villano" fue Guardiola, más que un hombre, un símbolo del catalanismo rampante, un Cid Campeador con barretina, un George Washington de campanario, un Napoleón con el "céspet" como campo de sus estrategias, un sujeto no sólo adorado en su Cataluña natal, sino -inexplicablemente- en todas las redacciones de la prensa de la capital de una España acomplejada que igual venera a un  separatista como Guardiola, que justifica la discriminación Salva Ballesta por proclamar en público su amor a su país.


Pues bien, este prohombre al que muchos auguraban una carrera en el Barsa que le haría saltar del banquillo al palco, para de allí pasar al Palacio de la Generalitat de donde se elevaría ya por siempre a las páginas de la Historia, pegó una espantá digna de cualquier torero cobarde de aquellos que, presa del pánico, preferían acabar en el calabozo del cuartel de la Guardia Civil que ponerse delante de un toro que consideraban que "les había mirado mal". Hoy el "mirar mal" se traduciría por un "le provoca estrés" como dice algún exaltador de la figura de Guardiola que le pasa con Mourinho.

Y el portugués, que a mediados de temporada estaba fuera del Real Madrid, según decían incluso alguno de sus principales defensores, no sólo se quedó sino que prolongó el contrato hasta 2016.

Episodio III

Tercera temporada y ataques renovados. Si en el Episodio I de esta historia de Iron Mou en el Real Madrid el superenemigo estaba dentro y en el II estaba fuera, en el actual los ataques vienen de todos los frentes: Fuera se ha organizado el mayor linchamiento jamás visto en ningún país contra una figura del deporte y dentro hay un motín cuyo alcance desconocemos, pero que tiene tintes también de historia de ficción con el personaje de la bella sin escrúpulos, la "milady de Winter" capaz de todo con tal de conseguir acabar desde dentro con el actual proyecto del Real Madrid.

Y una vez más hemos visto a Mourinho al borde del desastre total que sería una eliminación prematura de todas las competiciones apenas iniciado marzo. Un Barsa disparado en Liga, acudía al Bernabéu a finiquitar una eliminatoria de Copa previamente preparada por el villarato en forma de sanciones que habían diezmado al equipo. Pero, justicia poética, al dejarle a Mou la defensa en cuadro tuvo que tirar de un niño, Varane, que no sólo evitó que el Barsa dejara la eliminatoria sentenciada en la ida con su partidazo y gol, sino que en la vuelta repitió actuación y consumó con otro gol el pase a la final del Madrid.

Y como tantas veces antes, el que dispara contra la armadura de Mou sale malparado: mientras la prensa hace encuestas buscándole un sustituto, es en Barcelona donde ahora mismo no tienen claro ni quién es el entrenador, ni siquiera si tienen a alguien en estos momentos al que se le pueda designar con tal nombre.

En cuanto a la prensa, mientras que el prestigio como entrenador de Mourinho ha crecido internacionalmente por las sucesivas victorias sobre el Barcelona más bla, bla, bla de la historia, la credibilidad de las otrora "vacas sagradas" del periodismo deportivo, de los Segurola, Relaño, Caridad o Lama está cayendo a la altura de los que ya no pueden caer más bajo como Diego Torres, Meana o Pipi Estrada. ¿Y las ventas? ¡Ay las ventas! La caída de ventas y audiencias ha hecho que alguno se haya percatado de que chocar constantemente contra la armadura de Mou es letal para sus medios  e intente dar un giro de 180 grados, está por ver si la memoria de sus antiguos lectores o espectadores es suficientemente corta como para olvidar tanta infamia y tantos agravios.

¿Continuará?

Como en todas las series de éxito siempre hay un editor o un productor que es quién tiene la última palabra a la hora de decidir si hay nueva temporada. En esta caso es Florentino Pérez el encargado de decidir si apuesta por una cuarta temporada de "Iron Mou" y, en tal caso, de convencer a la estrella principal para que siga en el proyecto. Decía en la entrada anterior "Esperando a Florentino", que conociendo la trayectoria del presidente del Real Madrid, es de esperar que este verano, coincidiendo con el inicio de un nuevo mandato presidencial, vuelva a configurar una plantilla con las máximas aspiraciones. Para eso ha de confirmar la continuidad de Cristiano Ronaldo como figura principal y, desde luego, ponerla bajo el mando del que simplemente es el mejor entrenador del mundo: José Mourinho.

Mientras, los millones seguidores de "Iron Mou" seguiremos "confiantes" de que haya una y muchas más temporadas de esta apasionante serie en nuestro Real Madrid.

Comentarios

  1. Muy buena entrada. Y por supuesto que habrá 4ª Temporada de "Iron Mou"
    Saludos.

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