Antes de nada diré que mi ídolo madridista de siempre es y será el Buitre: Han pasado por el Madrid jugadores con más calidad -hoy mismo tenemos al mejor que yo haya visto jamás puesto que no pude disfrutar de Di Stéfano- pero en esto del fútbol hay un fuerte componente sentimental y mi corazón lo conquistó "El Niño" haciendo que el tiempo se parara cuando bajaba los brazos en el área y 100.000 personas conteníamos la respiración sabiendo que algo extraordinario estaba a punto de pasar. Magia, ilusionismo, hipnotismo en el marco incomparable de un Bernabéu que entonces olía a humo de Farias, unos domingos por la tarde en los que mi madridismo de nacimiento se hizo mayor.
La cantera es un mito interesado de la prensa
Aclarado esto diré que la cantera es un mito de la prensa. Que nadie dude que la prensa prefiere un Madrid mediocre plagado de canteranos y españoles que un equipo triunfador con mayoría de extranjeros.
Esto funciona así: Cuando un chaval de la cantera apunta maneras necesita a los medios, no al revés. El papá, el representante, buscan a los periodistas que cubren la información del club, se hacen los encontradizos con ellos, les dan el teléfono, se ponen a su disposición... Porque saben que una fotito en el periódico el día adecuado o unos minutos en la radio con el "tito Joserra" de turno pueden suponer para el chaval acceder por fin al CONTRATO, eso en lo que el papá y el representante sueñan desde que ven al niño tocar el balón unas cuantas veces sin que se le caiga al suelo.
En estos casos el periodista se pone estupendo, se deja querer y hace valer su influencia. Le echa en cara al representante las veces que le ha ayudado con sus pupilos y que en cuanto alguno ha llegado a algo se han olvidado de él. Le hace ver al padre cuántos chicos que iban para crack se han quedado en el camino por no estar "bien aconsejados" y, sobre todo, se presenta ante el chaval como un posible Padrino que puede hacer más por su carrera que cualquier técnico de la cantera o incluso que el entrenador del primer equipo.
¿Qué ocurre después? Que si el chaval vale y triunfa, estará en deuda con un periodista que el único favor que le ha hecho ha sido cumplir con su trabajo de informar, en este caso, de una promesa en ciernes. Y el resto lo conocemos todos, el jugador come con Roncero, sale con Fernando Burgos de marcha, invita a sus fiestas familiares a Carmen Colino, LES PASA INFORMACIÓN DEL VESTUARIO... mientras que el periodista, a cambio, le pone calificaciones por encima de sus méritos, le defiende en caso de que alguien le cuestione y, sobre todo, le protege de quién le quiera quitar el puesto, sea entrenador o sea otro jugador, sobre todo si éste es extranjero.
La Quinta del Buitre
La quinta del Buitre es un paradigma de lo que digo: El estomagante Julio César Iglesias sigue viviendo del "descubrimiento" de esta excelsa generación de jugadores que tanto dio al Real Madrid. Si alguien es capaz de escucharle en sus peroratas con Segurola acabará creyendo que los goles, los pases, los regates de los Butragueño, Michel, Sanchís y Martín Vázquez (a Pardeza también lo meten en la Quinta aunque con calzador) eran más mérito de JC Iglesias que de los que pisaban el césped sagrado del Bernabéu. Pero en estas disertaciones en que tanto gusta de escucharse a sí mismo, raramente se le oirá hablar de unos tales Hugo Sánchez, Gordillo, Maceda o Paco Buyo, que tuvieron tanto mérito como los otros en los títulos de esta maravillosa generación de futbolistas. Porque la prensa suele olvidar que la Quinta subió al primer equipo entre la 83-84 y la 84-85, pero no fue hasta la temporada 85-86, con la llegada de Hugo, Gordillo y Maceda de la mano de Ramón Mendoza, que se ganó una Liga que llevaba cinco años sin entrar en la vitrinas de la Sala de Trofeos más abarrotada del mundo.
Se sigue hablando y mucho de las "Cinco Ligas consecutivas de la Quinta" pero muy pocos o ninguno añaden que en esas Ligas Hugo Sánchez dejó unas marcas goleadoras que ha tenido que venir Cristiano Ronaldo para poder superarlas. ¿El motivo? que Hugo no era canterano, no le debía nada a Julio César Iglesias y demás y, por tanto, ni invitaba, ni contaba esas interioridades del vestuario que tanto gustan a la "canalla".
Otro ejemplo de protección de los locales y menosprecio de los foráneos fue la siguiente época dorada del Real Madrid, la que se inició con la Séptima en la 97-98. Se destaca la participación de los Raúl, Sanchís, Morientes, Hierro, etc. pero no se habla tanto del golpe que dio Capello la temporada anterior trayendo de golpe a Roberto Carlos, Seedorf, Panucci, Illgner... a los que se unieron las incorporaciones de Suker y Mitjatovich.
La españolización
Porque lo dicho para los canteranos igual vale para los jugadores españoles: Los Mata, Cazorla y Villa serán promocionados por el "lobby" mediático asturiano (¿por qué habrá tanto periodista asturiano como Meana, Pipi, Juanma Castaño, todos antimadridistas? ¿porque son los herederos del también asturiano Jose María García?), los "Ramos, Joaquín o Navas" por el andaluz... y así sucesivamente.
Por eso claman ahora por la "españolización" porque si colocan a un Pedro León, tienen una fuente garantizada, algo que no ocurre cuando el que llega es un Coentrao. Por eso del primero jamás sacarían una foto con un pitillo en la boca, mientras que al segundo le arrean con saña poniendo en peligro incluso su carrera profesional. Eso es algo que desgraciadamente no entiende algún aficionado del Real Madrid que, en muchos casos, compran la dichosa españolización como algo beneficioso para el equipo, cuando sólo interesa a una prensa cuyos intereses no coinciden en modo alguno con los del Real Madrid.
Cantera sí: cuando beneficie al Real Madrid
A todos nos gusta la cantera, yo disfruto de lo lindo con los Morata, Cherysev, Jesé y compañía y deseo que alguno o varios de ellos triunfen en el primer equipo, pero sólo si tienen calidad para el Real Madrid. Lo que dijo Camacho de que "los canteranos no deben llamar a la puerta sino echarla abajo" me parece totalmente vigente, no se trata de alardear de cantera como el Segundón Recalcitrante por tener muchos chicos del Castilla en el primer equipo -la calidad de la "Fábrica" se ve en la cantidad de jugadores que triunfan en equipos de Primera División- pero el Real Madrid está por encima de todo y de todos y ser muy bueno a veces no es suficiente para jugar en el mejor equipo del mundo.
Por tanto, cantera sí, pero si un canterano -Casillas- o un español -Ramos- no cumplen con su deber hacia el club siendo leales a sus compañeros y técnicos, pues qué queréis que os diga, prefiero a un Khedira o a cualquier otro que sé que va a dar todo sin reservas por el Real Madrid.
La cantera es un mito interesado de la prensa
Aclarado esto diré que la cantera es un mito de la prensa. Que nadie dude que la prensa prefiere un Madrid mediocre plagado de canteranos y españoles que un equipo triunfador con mayoría de extranjeros.
Esto funciona así: Cuando un chaval de la cantera apunta maneras necesita a los medios, no al revés. El papá, el representante, buscan a los periodistas que cubren la información del club, se hacen los encontradizos con ellos, les dan el teléfono, se ponen a su disposición... Porque saben que una fotito en el periódico el día adecuado o unos minutos en la radio con el "tito Joserra" de turno pueden suponer para el chaval acceder por fin al CONTRATO, eso en lo que el papá y el representante sueñan desde que ven al niño tocar el balón unas cuantas veces sin que se le caiga al suelo.
En estos casos el periodista se pone estupendo, se deja querer y hace valer su influencia. Le echa en cara al representante las veces que le ha ayudado con sus pupilos y que en cuanto alguno ha llegado a algo se han olvidado de él. Le hace ver al padre cuántos chicos que iban para crack se han quedado en el camino por no estar "bien aconsejados" y, sobre todo, se presenta ante el chaval como un posible Padrino que puede hacer más por su carrera que cualquier técnico de la cantera o incluso que el entrenador del primer equipo.
¿Qué ocurre después? Que si el chaval vale y triunfa, estará en deuda con un periodista que el único favor que le ha hecho ha sido cumplir con su trabajo de informar, en este caso, de una promesa en ciernes. Y el resto lo conocemos todos, el jugador come con Roncero, sale con Fernando Burgos de marcha, invita a sus fiestas familiares a Carmen Colino, LES PASA INFORMACIÓN DEL VESTUARIO... mientras que el periodista, a cambio, le pone calificaciones por encima de sus méritos, le defiende en caso de que alguien le cuestione y, sobre todo, le protege de quién le quiera quitar el puesto, sea entrenador o sea otro jugador, sobre todo si éste es extranjero.
La Quinta del Buitre y sus "refuerzos" |
La quinta del Buitre es un paradigma de lo que digo: El estomagante Julio César Iglesias sigue viviendo del "descubrimiento" de esta excelsa generación de jugadores que tanto dio al Real Madrid. Si alguien es capaz de escucharle en sus peroratas con Segurola acabará creyendo que los goles, los pases, los regates de los Butragueño, Michel, Sanchís y Martín Vázquez (a Pardeza también lo meten en la Quinta aunque con calzador) eran más mérito de JC Iglesias que de los que pisaban el césped sagrado del Bernabéu. Pero en estas disertaciones en que tanto gusta de escucharse a sí mismo, raramente se le oirá hablar de unos tales Hugo Sánchez, Gordillo, Maceda o Paco Buyo, que tuvieron tanto mérito como los otros en los títulos de esta maravillosa generación de futbolistas. Porque la prensa suele olvidar que la Quinta subió al primer equipo entre la 83-84 y la 84-85, pero no fue hasta la temporada 85-86, con la llegada de Hugo, Gordillo y Maceda de la mano de Ramón Mendoza, que se ganó una Liga que llevaba cinco años sin entrar en la vitrinas de la Sala de Trofeos más abarrotada del mundo.
Se sigue hablando y mucho de las "Cinco Ligas consecutivas de la Quinta" pero muy pocos o ninguno añaden que en esas Ligas Hugo Sánchez dejó unas marcas goleadoras que ha tenido que venir Cristiano Ronaldo para poder superarlas. ¿El motivo? que Hugo no era canterano, no le debía nada a Julio César Iglesias y demás y, por tanto, ni invitaba, ni contaba esas interioridades del vestuario que tanto gustan a la "canalla".
Otro ejemplo de protección de los locales y menosprecio de los foráneos fue la siguiente época dorada del Real Madrid, la que se inició con la Séptima en la 97-98. Se destaca la participación de los Raúl, Sanchís, Morientes, Hierro, etc. pero no se habla tanto del golpe que dio Capello la temporada anterior trayendo de golpe a Roberto Carlos, Seedorf, Panucci, Illgner... a los que se unieron las incorporaciones de Suker y Mitjatovich.
La españolización
Porque lo dicho para los canteranos igual vale para los jugadores españoles: Los Mata, Cazorla y Villa serán promocionados por el "lobby" mediático asturiano (¿por qué habrá tanto periodista asturiano como Meana, Pipi, Juanma Castaño, todos antimadridistas? ¿porque son los herederos del también asturiano Jose María García?), los "Ramos, Joaquín o Navas" por el andaluz... y así sucesivamente.
Por eso claman ahora por la "españolización" porque si colocan a un Pedro León, tienen una fuente garantizada, algo que no ocurre cuando el que llega es un Coentrao. Por eso del primero jamás sacarían una foto con un pitillo en la boca, mientras que al segundo le arrean con saña poniendo en peligro incluso su carrera profesional. Eso es algo que desgraciadamente no entiende algún aficionado del Real Madrid que, en muchos casos, compran la dichosa españolización como algo beneficioso para el equipo, cuando sólo interesa a una prensa cuyos intereses no coinciden en modo alguno con los del Real Madrid.
Cantera sí: cuando beneficie al Real Madrid
A todos nos gusta la cantera, yo disfruto de lo lindo con los Morata, Cherysev, Jesé y compañía y deseo que alguno o varios de ellos triunfen en el primer equipo, pero sólo si tienen calidad para el Real Madrid. Lo que dijo Camacho de que "los canteranos no deben llamar a la puerta sino echarla abajo" me parece totalmente vigente, no se trata de alardear de cantera como el Segundón Recalcitrante por tener muchos chicos del Castilla en el primer equipo -la calidad de la "Fábrica" se ve en la cantidad de jugadores que triunfan en equipos de Primera División- pero el Real Madrid está por encima de todo y de todos y ser muy bueno a veces no es suficiente para jugar en el mejor equipo del mundo.
Por tanto, cantera sí, pero si un canterano -Casillas- o un español -Ramos- no cumplen con su deber hacia el club siendo leales a sus compañeros y técnicos, pues qué queréis que os diga, prefiero a un Khedira o a cualquier otro que sé que va a dar todo sin reservas por el Real Madrid.
Interesante entrada. Yo publiqué una homónima que también toca el tema canteril en la dialéctica Real Madrid-Barcelona y la casta periodística el pasado diciembre:
ResponderEliminarhttp://josemanuelrodriguezpardo.blogspot.com.es/2012/12/el-mito-de-la-cantera.html