Tomás Roncero es un charlatán ambulante que vende a los incautos frascos de un supuesto ungüento mágico que él -con toda su jeta- asegura que es madridismo y va de pueblo en pueblo, de peña en peña, poniéndose morado y recibiendo regalos de una gente que le recibe con los brazos abiertos como si fuera una auténtica estrella del Real Madrid, en lugar de un fiel dirigente del Grupo Prisa cuya estrategia de acoso y derribo contra el club presidido por Florentino Pérez sigue al pie de la letra.
¡Ojo! No le tacho de "pipero", término peyorativo con que se designa a un sector de aficionados al Real Madrid que suele ser crítico con el equipo y poco dado a animar, porque éstos son tan madridistas como pueda ser yo y aunque no coincida con su forma de actuar, merecen todo mi respeto. No, lo que digo es que Roncero no defiende los intereses del Real Madrid sino de su grupo editorial y que siempre que estos intereses chocan se pone en contra de su "amado" club sin importarle el daño que le pueda causar.
Yo nunca compré su mercancía, de hecho me fastidiaba que se identificara al madridismo con un garrulo populista y casposo, más próximo a los papeles que interpretaba Alfredo Landa (tristemente fallecido esta misma semana) a finales del franquismo, que con personajes de una relevancia más acorde a la grandeza del club; pero como en el caso de los charlatanes que venden un mejunje inocuo asegurando que poblará de pelo cráneos mondos y lirondos, pensaba que allá cada cual con su madridismo, si les hace gracia ese presunto optimismo campechano y sanote de Roncero, pues que lo disfruten.
Pero la cosa cambia cuando ves que el género de Roncero no sólo es falso sino tóxico. Ya no se trata de un caradura autoproclamado defensor de las esencias del madridismo, que cobra en efectivo por las redacciones, platós y emisoras y en especias por las peñas, sino de un sujeto que ha puesto seriamente en peligro uno de los proyectos más ilusionantes del Real Madrid de los últimos años intoxicando a una parte de la afición con la patraña de que el modelo actual del club está contra unos supuestos "valores inmortales del madridismo" de los que él se erige en principal valedor.
Y miente -no sólo porque él no defiende al madridismo sino al Grupo Prisa- sino porque además vende como blancas patrañas tan utilizadas por los culerdos como el "gen" o la "identidad". Digo esto a propósito de la columna con la que "celebra" el triunfo del Real Madrid sobre el Barcelona en las semifinales de la Final Four de Londres, donde arremete escondiendo la mano contra Mourinho, diciendo que Laso es "el verdadero Special One de los banquillos", al tiempo que desprecia a los jugadores extranjeros del Real Madrid de los que únicamente salva a Mirotic por su condición burocrática de nacionalizado. Si en la forma la columna es bazofia (confunde el resultado final con un parcial, asegura que el ADN de un canterano de Estudiantes como Felipe es "vikingo" e intenta colocar que en Badajoz han vallado una fuente para evitar que la gente celebre la victoria del Madrid) en el fondo es algo mucho más peligroso para el Real Madrid porque con lo del ADN español pretenden:
¡Ojo! No le tacho de "pipero", término peyorativo con que se designa a un sector de aficionados al Real Madrid que suele ser crítico con el equipo y poco dado a animar, porque éstos son tan madridistas como pueda ser yo y aunque no coincida con su forma de actuar, merecen todo mi respeto. No, lo que digo es que Roncero no defiende los intereses del Real Madrid sino de su grupo editorial y que siempre que estos intereses chocan se pone en contra de su "amado" club sin importarle el daño que le pueda causar.
Yo nunca compré su mercancía, de hecho me fastidiaba que se identificara al madridismo con un garrulo populista y casposo, más próximo a los papeles que interpretaba Alfredo Landa (tristemente fallecido esta misma semana) a finales del franquismo, que con personajes de una relevancia más acorde a la grandeza del club; pero como en el caso de los charlatanes que venden un mejunje inocuo asegurando que poblará de pelo cráneos mondos y lirondos, pensaba que allá cada cual con su madridismo, si les hace gracia ese presunto optimismo campechano y sanote de Roncero, pues que lo disfruten.
Pero la cosa cambia cuando ves que el género de Roncero no sólo es falso sino tóxico. Ya no se trata de un caradura autoproclamado defensor de las esencias del madridismo, que cobra en efectivo por las redacciones, platós y emisoras y en especias por las peñas, sino de un sujeto que ha puesto seriamente en peligro uno de los proyectos más ilusionantes del Real Madrid de los últimos años intoxicando a una parte de la afición con la patraña de que el modelo actual del club está contra unos supuestos "valores inmortales del madridismo" de los que él se erige en principal valedor.
Y miente -no sólo porque él no defiende al madridismo sino al Grupo Prisa- sino porque además vende como blancas patrañas tan utilizadas por los culerdos como el "gen" o la "identidad". Digo esto a propósito de la columna con la que "celebra" el triunfo del Real Madrid sobre el Barcelona en las semifinales de la Final Four de Londres, donde arremete escondiendo la mano contra Mourinho, diciendo que Laso es "el verdadero Special One de los banquillos", al tiempo que desprecia a los jugadores extranjeros del Real Madrid de los que únicamente salva a Mirotic por su condición burocrática de nacionalizado. Si en la forma la columna es bazofia (confunde el resultado final con un parcial, asegura que el ADN de un canterano de Estudiantes como Felipe es "vikingo" e intenta colocar que en Badajoz han vallado una fuente para evitar que la gente celebre la victoria del Madrid) en el fondo es algo mucho más peligroso para el Real Madrid porque con lo del ADN español pretenden:
- Colocarnos un entrenador español que abra los entrenamientos y el avión y cierre para ellos los reservados del Txistu.
- Mantener los privilegios de sus amiguitos españoles, que tan generosamente les aportan información.
- Subir canteranos, que por los compromisos adquiridos con la prensa cuando necesitaban publicidad en los medios, los tienen pillados por los bajos.
Esto además de minar la imagen de Mourinho aún más, una labor que ha dado ya sus frutos en los últimos partidos cuando parte del Bernabéu ha pitado a nuestro entrenador.
¿"Valors" e "identitat" para el Madrid?
Y la otra gran mentira es asignar al Real Madrid unos valores relacionados con un territorio y una nacionalidad concreta (puro nacionalismo culerdo) cuando la característica que le convirtió en el Mejor Club del Siglo XX y que hoy lo tiene en la cima de la lista de los clubes más valiosos, es precisamente su universalidad, todo lo contrario de lo que defiende Roncero,que no es otra cosa que hacer del Real Madrid un club más débil y por tanto más manejable para los intereses bastardos que representa.
Yo espero que esta columna de Roncero abra los ojos a más de uno, porque es un alegato antimadridista digno de un Segurola o Caridad cualquiera. Ignora la esencia del Real Madrid: un club que sólo conoce una nacionalidad: la que representa su escudo. Entre las muchas alegrías que he vivido como madridista, la mayor que me he llevado me la dio Pedja Mitjatovich cuando marcó el gol de la Séptima. ¿Me alegré menos porque en aquel momento el crack fuera yugoslavo, serbio o montenegrino? ¿Me hubiera gustado más que lo marcara Raúl o Morientes, como hicieron en la Octava? Y hablo de la Séptima pero los más mayores dudo mucho que prefieran la Sexta que fue ganada por el plantel exclusivamente español de los "ye-ye" a la Quinta en la que el argentino Di Stéfano y el húngaro Puskas clavaron siete goles.
Mis mitos han sido Amancio, Juanito, Santillana, Butragueño o Rául, pero también lo han sido Stielike, Hugo, Roberto Carlos, Mitjatovich, Zidane o Ronaldo. De eso trata ser madridista, lo damos todo por el que da todo por nuestra camiseta, porque eso es lo único que nos importa.
Pero Roncero no respeta eso, la prueba fue su furibundo ataque contra Don Alfredo Di Stéfano, máxima leyenda del Real Madrid, cuando osó escribir que "Los periodistas quieren mandar en el Madrid más que Mussolini". Ahí le tocó lo único sagrado para él, que es el gremio de manipuladores de la prensa deportiva y reprochó a Don Alfredo a atreverse a escribir contra los periodistas cuando a él le pagaba "y muy bien" Marca por sus columnas. Lo dicho: Conflicto Real Madrid - Prensa, Roncero siempre del lado de ésta.
Por eso me parece tan tóxico para el madridismo, porque lo que digan su jefe Relaño -reconocido madridista como Roncero pero menos cínico porque no oculta que va a lo que va- y no te digo ya los antimadridistas furibundos del pelaje de Lama, Caridad o Segurola, no calan tanto entre los aficionados, pero Roncero sí es considerado por muchos como un auténtico portavoz del madridismo. En consecuencia, tanto si sigue Mou como si se marcha (a él si le creo y si dice que no hay nada decidido considero que aún hay esperanza) el Real Madrid tiene que dejar claro que este personaje puede seguir con el show de friki madridista sobreactuado que tan rentable le resulta, pero que en ningún caso representa al Real Madrid sino al Diario AS del que es subdirector.
Totalmente de acuerdo. Los peores son los sentimentaloides de la lagrimita. Son los que se aprovechan de la buena fe del aficionado.
ResponderEliminarDeseo que Florentino no se eche en manos de estos manipuladores estómagos agradecidos.
http://lapelucadejovellanos.blogspot.com.es/2013/05/remontada-interrupida.html
@melchorgaspar3
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