Imaginen que en Francia hubiera medios de comunicación con programas dedicados a criticar despiadadamente a la Torre Eiffel, que la calificaran como símbolo de una revolución industrial que ha traído todos los males que sufre el mundo moderno, que dijeran que es un adefesio que rompe la estética milenaria de París, o que pusieran a caer de un burro al director del monumento por la lentitud de los ascensores o por la ínfima calidad de los souvenirs. Imaginen que estos ataques se complementaran con una comparación constante con otro monumento de otra ciudad francesa, en el que la Torre Eiffel siempre quedara por debajo y denigrada. Imaginen además que estos ataques se perpetraran desde un programa de la RTF, televisión pública francesa. ¿Se imaginan qué ocurriría? Pues que la toma de la Bastilla de 1789 quedaría en un quítame allá esas pajas comparada con la toma de la sede de la RTF que ejecutarían los parisinos pegando fuego al edificio y sacando a gorrazos a los que se atreven a menospreciar el símbolo de su ciudad.
Pues bien, eso que ni imaginamos que pudiera ocurrir en nuestro vecino del norte pasa ahora mismo en nuestro país: RTVE denigra y desprecia al símbolo más conocido internacionalmente de la capital de España: El Real Madrid. Al igual que aquel mecano gigante que el ingeniero Gustave Eiffel montó para la Exposición Universal de 1889 en París (que en un principio iba a ser retirado después del evento) se convirtió en el símbolo más internacional de la capital de Francia -por encima del Museo del Louvre o la catedral de Notre Dame- si usted pregunta fuera de España a alguien qué conoce de la capital de nuestro país, una mayoría le dirá que el Real Madrid , de hecho el Tour del Santiago Bernabéu supera ya en visitas al mismísimo Museo del Prado. Quién ha salido de España lo sabe: El Real Madrid no es sólo el club deportivo más grande del mundo, es también un referente mundial de nuestro país que, como tantas veces ocurre, es infinitamente más apreciado fuera que en casa.
En plena campaña de promoción de la candidatura olímpica de Madrid 2020 -la semana que viene el Comité Olímpico visita las instalaciones madridistas- ¿qué mejor que la imagen del Real Madrid, símbolo mundialmente reconocido de la ciudad? Pues no, en lugar de cuidar ese emblema se le maltrata, y para colmo, se hace desde la Televisión que pagamos todos los españoles con nuestros impuestos.
TVE compite en antimadridismo con TV3
El otro día un tal Luis Racionero -de camisa de fuerza está el tío, pero esta vez puede ir bien encaminado- relacionaba el movimiento separatista catalán surgido en septiembre con los arbitrajes benévolos al Barsa al principio de temporada que, en la práctica, han sido una asignación "a dedo" del título antes incluso del final de la primera vuelta.
Eso me hizo pensar: ¿El tratamiento que se da en TVE española al Barsa no irá en esa misma línea? ¿No se pretenderá calmar la furia separatista haciendo ver a los catalanes que su "ejército desarmado" es mejor tratado desde "Madrit" incluso que desde su propia región? ¿No será una forma de hacer ver cuánto se respeta su "identitat", alabar a su equipo y denigrar al rival blanco con más empeño del que se pone en los programas más furiosamente antimadridistas de TV3, la televisión pública regional que, por cierto, financia al Barsa?
Eso explicaría la escandalosa diferencia de trato al Madrid y al Barsa en la televisión pública, cómo de uno se ofrece la imagen de una panda de mercenarios al mando de un sociópata que no respetan nada, ni lo más sagrado como es el "Fúpbol" de la Selección, mientras que el otro es un modelo de culto a la belleza del juego llevado a cabo por hombres de una categoría humana ejemplar.
Y para difundir ese mensaje hace falta que los tertulianos que pagamos con nuestros impuestos sean por amplia mayoría de la corriente "oficial". Esto caracteriza la composición habitual de un programa como Estudio Estadio: Presencia masiva de culés y reconocidos antimadridistas como José Joaquín Brotóns, José Miguelez, el más radical de los hermanos García Caridad, Rubén Uría o Fermín de la Calle. Precisamente este último, antimadridista visceral, fue dejado en ridículo por Manuel Matamoros (@Chamartín4ever en twitter) que le recordó una vez que había colocado a Mourinho en un club ruso, durante un programa que fue, como siempre que es invitado el madridista, un "todos contra Matamoros".
Y Estudio Estadio no es una excepción, es la norma de la casa: Un ejemplo fue la censura de imágenes de un penalty por manos de Piqué y un gol en fuera de juego de Messi en el último Barsa-Milan de los que se negaron a poner repeticiones. Esto contrasta con la cantidad de veces que se repitió la entrada de Nani a Arbeloa en la eliminatoria Real Madrid - Manchester United, para hacer creer a los espectadores que no fue merecedora de tarjeta roja.
Un país acomplejado
Por motivos que no vienen al caso, desde una región periférica bilingüe con litoral marítimo se culpa a Madrid -del que recalcan que no tiene mar- de todos los males que, según ellos, les provocó un general de otra región periférica bilingüe con litoral marítimo. Y eso se extiende al fútbol: mientras que el equipo de aquella región agasajaba al general con medallas de oro a pares, una vez que comprobaron que estaba bajo toneladas de granito decidieron que no, que ellos no tenían nada que ver con él, que eso era cosa del Real Madrid. Y como Madrid tiene la culpa de todos los males y el Real Madrid es el equipo de la capital y el centralismo, "leña al mono que es de goma".
El caso es que, mientras en Madrid hay pánico a hacer cualquier cosa que pueda molestar en Cataluña, en el sentido opuesto es todo lo contrario, atacar al Real Madrid es algo que debe hacer cualquier ciudadano para demostrar su afinidad con el sentimiento catalán. Que esto se haga desde medios de comunicación privados es algo que hay que aguantar mientras esos ataques no excedan los límites legales, pero que se haga desde un organismo público como RTVE no se puede consentir en un país democrático, en el que los ciudadanos tenemos derecho a exigir cuentas a los organismos públicos que pagamos con nuestros impuestos.
Por tanto, como ciudadano español al corriente con Hacienda, al que se descuenta mensualmente un IRPF y que paga un IVA desorbitado cada vez que sale a la calle, EXIJO que se deje de faltarme el respeto en mi condición de madridista y que, si quieren que los ciudadanos de la región de Cataluña estén contentos, cambien los cursos de inglés de "That's English" por otros de "Aixó és catalá", enseñen a bailar la sardana, organicen concursos de eso que se amontonan tipos y suben a un niño en lo alto... Hagan lo que quieran, pero mi Madrid no me lo toquen. No con mi dinero.
El Tour del Bernabéu, un atractivo turístico para Madrid |
En plena campaña de promoción de la candidatura olímpica de Madrid 2020 -la semana que viene el Comité Olímpico visita las instalaciones madridistas- ¿qué mejor que la imagen del Real Madrid, símbolo mundialmente reconocido de la ciudad? Pues no, en lugar de cuidar ese emblema se le maltrata, y para colmo, se hace desde la Televisión que pagamos todos los españoles con nuestros impuestos.
TVE compite en antimadridismo con TV3
El otro día un tal Luis Racionero -de camisa de fuerza está el tío, pero esta vez puede ir bien encaminado- relacionaba el movimiento separatista catalán surgido en septiembre con los arbitrajes benévolos al Barsa al principio de temporada que, en la práctica, han sido una asignación "a dedo" del título antes incluso del final de la primera vuelta.
Cuatro culés por un madridista, sentido de la proporcionalidad enTVE |
Eso explicaría la escandalosa diferencia de trato al Madrid y al Barsa en la televisión pública, cómo de uno se ofrece la imagen de una panda de mercenarios al mando de un sociópata que no respetan nada, ni lo más sagrado como es el "Fúpbol" de la Selección, mientras que el otro es un modelo de culto a la belleza del juego llevado a cabo por hombres de una categoría humana ejemplar.
Y para difundir ese mensaje hace falta que los tertulianos que pagamos con nuestros impuestos sean por amplia mayoría de la corriente "oficial". Esto caracteriza la composición habitual de un programa como Estudio Estadio: Presencia masiva de culés y reconocidos antimadridistas como José Joaquín Brotóns, José Miguelez, el más radical de los hermanos García Caridad, Rubén Uría o Fermín de la Calle. Precisamente este último, antimadridista visceral, fue dejado en ridículo por Manuel Matamoros (@Chamartín4ever en twitter) que le recordó una vez que había colocado a Mourinho en un club ruso, durante un programa que fue, como siempre que es invitado el madridista, un "todos contra Matamoros".
Imagen censurada por TVE al omitir su repetición |
Y Estudio Estadio no es una excepción, es la norma de la casa: Un ejemplo fue la censura de imágenes de un penalty por manos de Piqué y un gol en fuera de juego de Messi en el último Barsa-Milan de los que se negaron a poner repeticiones. Esto contrasta con la cantidad de veces que se repitió la entrada de Nani a Arbeloa en la eliminatoria Real Madrid - Manchester United, para hacer creer a los espectadores que no fue merecedora de tarjeta roja.
Esta es la línea editorial de la televisión pública española: Alabanzas al Barsa y ataques al Real Madrid, principalmente en la figura de su entrenador ¿para que los catalanes tengan a bien seguir agraciándonos con su pertenencia a España?
Un país acomplejado
Por motivos que no vienen al caso, desde una región periférica bilingüe con litoral marítimo se culpa a Madrid -del que recalcan que no tiene mar- de todos los males que, según ellos, les provocó un general de otra región periférica bilingüe con litoral marítimo. Y eso se extiende al fútbol: mientras que el equipo de aquella región agasajaba al general con medallas de oro a pares, una vez que comprobaron que estaba bajo toneladas de granito decidieron que no, que ellos no tenían nada que ver con él, que eso era cosa del Real Madrid. Y como Madrid tiene la culpa de todos los males y el Real Madrid es el equipo de la capital y el centralismo, "leña al mono que es de goma".
El caso es que, mientras en Madrid hay pánico a hacer cualquier cosa que pueda molestar en Cataluña, en el sentido opuesto es todo lo contrario, atacar al Real Madrid es algo que debe hacer cualquier ciudadano para demostrar su afinidad con el sentimiento catalán. Que esto se haga desde medios de comunicación privados es algo que hay que aguantar mientras esos ataques no excedan los límites legales, pero que se haga desde un organismo público como RTVE no se puede consentir en un país democrático, en el que los ciudadanos tenemos derecho a exigir cuentas a los organismos públicos que pagamos con nuestros impuestos.
Por tanto, como ciudadano español al corriente con Hacienda, al que se descuenta mensualmente un IRPF y que paga un IVA desorbitado cada vez que sale a la calle, EXIJO que se deje de faltarme el respeto en mi condición de madridista y que, si quieren que los ciudadanos de la región de Cataluña estén contentos, cambien los cursos de inglés de "That's English" por otros de "Aixó és catalá", enseñen a bailar la sardana, organicen concursos de eso que se amontonan tipos y suben a un niño en lo alto... Hagan lo que quieran, pero mi Madrid no me lo toquen. No con mi dinero.
Una cosa es el Barza, otra el separatismo (aunque vayan de la mano) y otra bien distinta la cultura catalana. Un poco de respeto por la cultura catalana no vendría mal. Entre esto y el "forza milán" te estás coronando últimamente.
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