Publicado en Madridismo Subversivo:
Los madridistas tenemos la sensación de que la Real Federación Española nos chulea un día sí y otro también. Cada "atraco" arbitral, cada sanción desproporcionada a un jugador del Real Madrid, cada favor al Barcelona, los aficionados vuelven la vista a Florentino Pérez y le reprochan que no haga nada, que el club se deje avasallar. Pero, curiosamente, el motivo de esta persecución contra el Real Madrid no es que no se mueva, sino todo lo contrario, es por los movimientos que lleva haciendo Florentino Pérez desde que llegó a la presidencia del Real Madrid, concretamente desde que lideró el nacimiento del G-14, una asociación de clubes europeos que quería acabar con el sistema "feudal" de UEFA y FIFA que les quita sus jugadores, se los llevan para forrarse a costa de ellos y muchas veces los devuelven lesionados sin ninguna compensación para el club que les paga los doce meses del año, incluso el tiempo en que juegan para sus selecciones.
El protagonismo de Florentino Pérez al frente de movimientos contra el "establishment" del fútbol mundial y las oportunas traiciones de dirigentes del Barcelona (y alguno del Real Madrid como Ramón Calderón) son la causa principal de la actual situación en la que los blancos son masacrados y los azulgrana llevados a la sillita de la reina por los árbitros, comités y organismos federativos.
El inicio de las hostilidades
En septiembre de 2000, en Madrid, crean el G-14, los españoles Real Madrid y Barcelona, los italianos Milan, Inter y Juventus, los ingleses Liverpool y Manchester United, los franceses París Saint Germain y Olympique Marsella, los alemanes Bayern Múnich y Borussia Dortmund, los holandeses Ajax y PSV Eindhoven y el Oporto portugués. Más adelante se unieron Valencia, Olympique Lyon, Bayer Leverkusen y Arsenal. El grupo estaba presidido por Florentino Pérez y sus objetivos eran poner un límite a la cesión de jugadores a las Federaciones y crear una Liga Europea al margen de la UEFA. En definitiva, un cambio de régimen en toda regla que reduciría a la nada el poder de los hasta entonces amos del fútbol europeo y mundial.
Las traiciones
Ya en aquella época se sospechaba que había un topo en el Grupo que transmitía todos sus movimientos a los organismos federativos. El hecho de que en 2004 Joan Gaspart, que había sido portavoz del G-14, se pasara al enemigo, nada menos que como Vicepresidente de la RFEF de Villar, dejó bien a las claras quién había estado jugando a dos bandas.
Esta traición de Gaspart al G-14 coincide con la de Laporta a la Liga de Fútbol Profesional que había acordado votar a Gerardo González para sustituir a Villar al frente de la RFEF y acabar con un régimen que -ya en 2004- parecía que duraba demasiado.
La traición de Laporta le cuesta un expediente de la Liga de Fútbol Profesional, pero el Barcelona, que no ganaba la Liga desde 1999, gana las dos Ligas siguientes (como no podía ser de otra forma), aburriendo a un Florentino Pérez que dimite en la primavera de 2006.
La traición de Laporta a la Liga de Fútbol Profesional también le vale ser nombrado miembro del Comité Estratégico de la UEFA, bajo la presidencia del recién llegado Platini, cargo desde el que conspira contra el G-14 hasta conseguir su disolución, con el beneplácito de un Ramón Calderón que, a cambio, pilla cargo de miembro del comité organizado de los mundiales (ahí es "ná").
Muerto el G-14, todo el mundo contento: Al Madrid se le permite ganar un par de Ligas con un obediente Calderón que hasta intima con Villar y el Barcelona disfruta de los servicios de un entregado Tom Henning Ovrebo para meterse en la Final de Champions e iniciar una racha histórica de títulos.
El problema es que a Calderón le pillan amañando una asamblea del Real Madrid, se convocan elecciones y vuelve Florentino Pérez a la presidencia del club en Junio de 2009.
La segunda etapa de Florentino
La vuelta de Florentino Pérez es recogida por la prensa internacional como un nuevo impulso al proyecto de Liga Europea. En entrevistas en medios del magnate Rupert Murdoch (altamente interesado en dar cobertura mediática al proyecto) Florentino habla de cambiar el formato de la Champions League porque la fase de grupos carece del interés que tendría una competición en la que se enfrentasen desde el principio los grandes del continente. Dado el pesebrismo de la prensa española con la RFEF (viajes, regalos, banquetazos, promociones de la "Roja", etc.) estas declaraciones tuvieron mucha más repercusión fuera que aquí.
El caso es que la guerra se reanuda, los "por qué" de Mourinho tras el atraco en las semifinales de Champions contra el Barcelona en 2011 tenían una respuesta clara: La UEFA ve como un peligro a Florentino Pérez y ataca con sus armas, los arbitrajes, para que todos los clubes vean quién tiene la sartén por el mango y qué les pasa a los que osan plantar cara al régimen.
Otra traición, ahora de Rosell
Precisamente ese verano de 2011 se reunieron Real Madrid, Milan, Bayern, Manchester United, Chelsea, Olympique Lyon y Barcelona para acordar exigir a Platini cambios en el formato de Champions y, una vez más, como antes Gaspart y Laporta, fue Rosell el que se echó atrás en el último momento. El caso es que, tras un tiempo de dudas en que Rosell se presentaba como amigo de Florentino y amenazaba con denuncias a Laporta, finalmente, tras las célebres declaraciones del vicepresidente de la directiva anterior -Godall- en que decía a las claras que el Barcelona había obtenido réditos de sus buenas relaciones con los organismos federativos, Rosell vuelve al redil, lo que se traduce en que seis meses después de dichas declaraciones, el portavoz del Barcelona Tony Freixa, entra como directivo de la RFEF. El "saldo arbitral" del que hablaba Godall, desde septiembre de 2012 en que entra Freixa en la Federación hasta este fin de semana con protagonismo estelar de los hermanos Teixeira Vitienes, es claramente favorable al Barsa.
¿Qué hacer?
Esa es la cuestión. Florentino ha encabezado los sucesivos movimientos de los clubes europeos contra el despotismo de los parásitos de FIFA y UEFA. Y le han partido la cara al Real Madrid. Sin embargo los movimientos siguen produciéndose, nos enteramos de poco porque la discreción es básica, más con la historial de traiciones que acompañan el proyecto desde el principio, pero algo se sigue cociendo a nivel de grandes clubes como de cuando en cuando se puede ver en noticias, principalmente de medios europeos. Mientras, el Real Madrid lo tiene crudo con la RFEF y sus principal arma, los arbitrajes. Ahora parece que el club va a emprender una campaña para pedir transparencia tanto en la designación como en el sistema de ascenso y descenso de árbitros, pero yo no soy optimista, no se trata de cambiar unos cuantos esbirros, hay que ir a la cabeza y ésta no está ni siquiera en la Federación de Villar, sino en los despachos suizos de Blatter y Platini.
Alguno puede estar tentado de ceder, ya vimos qué poco le costó al entregado Calderón ganar dos Ligas consecutivas y qué cuesta arriba se le pone al Real Madrid con Florentino ir a las Cibeles. Pero si el Madrid es lo que es hoy se debe a que Santiago Bernabéu tuvo el sueño de crear una competición en la que estuvieran los campeones de las Ligas europeas y lo llevó a cabo tirando él del carro. ¿Qué la intriga y la traición están dando grandes réditos al Barcelona estos últimos años? Nadie lo puede negar, pero eso reafirma aún más la grandeza del Real Madrid.
Los madridistas tenemos la sensación de que la Real Federación Española nos chulea un día sí y otro también. Cada "atraco" arbitral, cada sanción desproporcionada a un jugador del Real Madrid, cada favor al Barcelona, los aficionados vuelven la vista a Florentino Pérez y le reprochan que no haga nada, que el club se deje avasallar. Pero, curiosamente, el motivo de esta persecución contra el Real Madrid no es que no se mueva, sino todo lo contrario, es por los movimientos que lleva haciendo Florentino Pérez desde que llegó a la presidencia del Real Madrid, concretamente desde que lideró el nacimiento del G-14, una asociación de clubes europeos que quería acabar con el sistema "feudal" de UEFA y FIFA que les quita sus jugadores, se los llevan para forrarse a costa de ellos y muchas veces los devuelven lesionados sin ninguna compensación para el club que les paga los doce meses del año, incluso el tiempo en que juegan para sus selecciones.
El protagonismo de Florentino Pérez al frente de movimientos contra el "establishment" del fútbol mundial y las oportunas traiciones de dirigentes del Barcelona (y alguno del Real Madrid como Ramón Calderón) son la causa principal de la actual situación en la que los blancos son masacrados y los azulgrana llevados a la sillita de la reina por los árbitros, comités y organismos federativos.
El inicio de las hostilidades
En septiembre de 2000, en Madrid, crean el G-14, los españoles Real Madrid y Barcelona, los italianos Milan, Inter y Juventus, los ingleses Liverpool y Manchester United, los franceses París Saint Germain y Olympique Marsella, los alemanes Bayern Múnich y Borussia Dortmund, los holandeses Ajax y PSV Eindhoven y el Oporto portugués. Más adelante se unieron Valencia, Olympique Lyon, Bayer Leverkusen y Arsenal. El grupo estaba presidido por Florentino Pérez y sus objetivos eran poner un límite a la cesión de jugadores a las Federaciones y crear una Liga Europea al margen de la UEFA. En definitiva, un cambio de régimen en toda regla que reduciría a la nada el poder de los hasta entonces amos del fútbol europeo y mundial.
Las traiciones
Ya en aquella época se sospechaba que había un topo en el Grupo que transmitía todos sus movimientos a los organismos federativos. El hecho de que en 2004 Joan Gaspart, que había sido portavoz del G-14, se pasara al enemigo, nada menos que como Vicepresidente de la RFEF de Villar, dejó bien a las claras quién había estado jugando a dos bandas.
Esta traición de Gaspart al G-14 coincide con la de Laporta a la Liga de Fútbol Profesional que había acordado votar a Gerardo González para sustituir a Villar al frente de la RFEF y acabar con un régimen que -ya en 2004- parecía que duraba demasiado.
La traición de Laporta le cuesta un expediente de la Liga de Fútbol Profesional, pero el Barcelona, que no ganaba la Liga desde 1999, gana las dos Ligas siguientes (como no podía ser de otra forma), aburriendo a un Florentino Pérez que dimite en la primavera de 2006.
Angel María Villar y Ramón Calderón |
Muerto el G-14, todo el mundo contento: Al Madrid se le permite ganar un par de Ligas con un obediente Calderón que hasta intima con Villar y el Barcelona disfruta de los servicios de un entregado Tom Henning Ovrebo para meterse en la Final de Champions e iniciar una racha histórica de títulos.
El problema es que a Calderón le pillan amañando una asamblea del Real Madrid, se convocan elecciones y vuelve Florentino Pérez a la presidencia del club en Junio de 2009.
La segunda etapa de Florentino
La vuelta de Florentino Pérez es recogida por la prensa internacional como un nuevo impulso al proyecto de Liga Europea. En entrevistas en medios del magnate Rupert Murdoch (altamente interesado en dar cobertura mediática al proyecto) Florentino habla de cambiar el formato de la Champions League porque la fase de grupos carece del interés que tendría una competición en la que se enfrentasen desde el principio los grandes del continente. Dado el pesebrismo de la prensa española con la RFEF (viajes, regalos, banquetazos, promociones de la "Roja", etc.) estas declaraciones tuvieron mucha más repercusión fuera que aquí.
El caso es que la guerra se reanuda, los "por qué" de Mourinho tras el atraco en las semifinales de Champions contra el Barcelona en 2011 tenían una respuesta clara: La UEFA ve como un peligro a Florentino Pérez y ataca con sus armas, los arbitrajes, para que todos los clubes vean quién tiene la sartén por el mango y qué les pasa a los que osan plantar cara al régimen.
Otra traición, ahora de Rosell
Precisamente ese verano de 2011 se reunieron Real Madrid, Milan, Bayern, Manchester United, Chelsea, Olympique Lyon y Barcelona para acordar exigir a Platini cambios en el formato de Champions y, una vez más, como antes Gaspart y Laporta, fue Rosell el que se echó atrás en el último momento. El caso es que, tras un tiempo de dudas en que Rosell se presentaba como amigo de Florentino y amenazaba con denuncias a Laporta, finalmente, tras las célebres declaraciones del vicepresidente de la directiva anterior -Godall- en que decía a las claras que el Barcelona había obtenido réditos de sus buenas relaciones con los organismos federativos, Rosell vuelve al redil, lo que se traduce en que seis meses después de dichas declaraciones, el portavoz del Barcelona Tony Freixa, entra como directivo de la RFEF. El "saldo arbitral" del que hablaba Godall, desde septiembre de 2012 en que entra Freixa en la Federación hasta este fin de semana con protagonismo estelar de los hermanos Teixeira Vitienes, es claramente favorable al Barsa.
¿Qué hacer?
Esa es la cuestión. Florentino ha encabezado los sucesivos movimientos de los clubes europeos contra el despotismo de los parásitos de FIFA y UEFA. Y le han partido la cara al Real Madrid. Sin embargo los movimientos siguen produciéndose, nos enteramos de poco porque la discreción es básica, más con la historial de traiciones que acompañan el proyecto desde el principio, pero algo se sigue cociendo a nivel de grandes clubes como de cuando en cuando se puede ver en noticias, principalmente de medios europeos. Mientras, el Real Madrid lo tiene crudo con la RFEF y sus principal arma, los arbitrajes. Ahora parece que el club va a emprender una campaña para pedir transparencia tanto en la designación como en el sistema de ascenso y descenso de árbitros, pero yo no soy optimista, no se trata de cambiar unos cuantos esbirros, hay que ir a la cabeza y ésta no está ni siquiera en la Federación de Villar, sino en los despachos suizos de Blatter y Platini.
Alguno puede estar tentado de ceder, ya vimos qué poco le costó al entregado Calderón ganar dos Ligas consecutivas y qué cuesta arriba se le pone al Real Madrid con Florentino ir a las Cibeles. Pero si el Madrid es lo que es hoy se debe a que Santiago Bernabéu tuvo el sueño de crear una competición en la que estuvieran los campeones de las Ligas europeas y lo llevó a cabo tirando él del carro. ¿Qué la intriga y la traición están dando grandes réditos al Barcelona estos últimos años? Nadie lo puede negar, pero eso reafirma aún más la grandeza del Real Madrid.
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