"Orgullosos del Barsa"es el título de un artículo del Secretario de Estado para el Deporte y Presidente del Consejo Superior de Deportes y es también una campaña que pretende contrarrestar las consignas separatistas de que el "Estado español", cuyos hilos dicen que mueve Florentino Pérez vía Aznar, discrimina al Barsa por la actuación judicial en el caso Neymar. Si alguien piensa que es una iniciativa privada de Cardenal sólo tiene que ver cuán raudo salió a apoyarle el Seleccionador Nacional de Fútbol -el ex jugador, ex responsable de la cantera, ex entrenador y ex aficionado del Real Madrid, Vicente del Bosque), diciendo que el artículo de Cardenal buscaba la "unión de territorios".
El fango de la política
La carta del Secretario de Estado no sólo elogia al Barsa a un nivel que enrojecería a los directores de Sport y Mundo Deportivo, sino que llega a decir que la Justicia "acosa" al club del que, según él, tenemos que estar tan orgullosos.
Pero la explicación de Del Bosque de que Cardenal busca la "unión de territorios" desvela que los propósitos de la campaña "Orgullosos del Barsa" sobrepasan con creces los límites deportivos y se meten de lleno en el fango de la política. Así que nos vamos a encontrar que el Barsa ya no es sólo el club del gobierno catalán, que los subvenciona y promociona como representante del pueblo de Cataluña y de su identidad supuestamente maltratada por el opresor español, sino que va a ser también el club de la Marca España al que por narices tenemos que admirar y agradecer lo mucho que nos ha dado.
Total, que la próxima crisis entre los gobiernos central y el autonómico de Cataluña no será por las balanzas fiscales o la inmersión lingüística, sino por ver cuál de los dos quiere más al Barsa. Y cuál les ofrece más privilegios.
Ríase usted del "villarato" con lo que puede venir con el "cardenalato", mas que nada, porque el Presidente del Consejo Superior de Deportes tiene entre sus competencias controlar los presupuestos y subvenciones de las Federaciones, no sólo la de fútbol, sino todas. En otras federaciones no sé, pero en la de fútbol no creo que encuentre Cardenal mucha oposición cuando llame a Villar para pedirle que se sienta orgulloso del Barsa y que actúe en consecuencia.
Yo me temía lo peor este año de las conmemoraciones nacionalistas del tercer centenario de la Guerra de Sucesión. Pensaba que la Generalidad necesitaría muchos triunfos del Barsa para montar esos desfiles de ardor separatista y estelado que tanto les gustan y que emplearían cualquier medio para conseguirlo. Pero viendo que el Gobierno central comparte el mismo interés, no puedo menos que sentir pánico.
El caso es que ya nos robaron la Final de la Copa del Rey de Baloncesto. Me explico, ya sé que la Copa está en nuestras vitrinas, pero en el último minuto nos atracaron con decisiones arbitrales que nos costaron una ventaja de 7 puntos para dejarnos por detrás en el marcador. Nos robaron la cartera, lo que pasa es que Llull la recuperó en el último segundo y no tuvieron tiempo de reaccionar.
De ese robo se ha hablado poco porque ganamos ¿pero que hubiera pasado si no entra el tiro al límite de Llull?. Estaríamos protestando por la falta inventada a Felipe en ataque que decidía el partido para el Barsa y nos dirían que habíamos perdido el señorío por hablar de los árbitros.
En la Liga llevamos un punto al Barsa. El Real Madrid está en trayectoria ascendente y el Barsa en crisis, pero la diferencia es sólo un punto. Que nadie dude de que el mensaje de Sánchez Arminio a los árbitros cuando criticó en público -un gesto insólito- al árbitro que había concedido un penalty inexistente al Madrid, tiene mucho que ver con que la crisis del Barsa no se haya reflejado en la clasificación.
El caso es que, pese a ir líderes, pese a que nos sirve un empate con el Barsa en el Bernabéu, pese a que por juego somos claros favoritos para la Final de Copa, yo veo las cosas muy mal, porque si los Gobiernos (en plural) se pelean por agradar a los seguidores culés, ¿qué mayor alegría para ofrecerles que machacar al Madrid? Esto pinta mal.
El fango de la política
La carta del Secretario de Estado no sólo elogia al Barsa a un nivel que enrojecería a los directores de Sport y Mundo Deportivo, sino que llega a decir que la Justicia "acosa" al club del que, según él, tenemos que estar tan orgullosos.
Pero la explicación de Del Bosque de que Cardenal busca la "unión de territorios" desvela que los propósitos de la campaña "Orgullosos del Barsa" sobrepasan con creces los límites deportivos y se meten de lleno en el fango de la política. Así que nos vamos a encontrar que el Barsa ya no es sólo el club del gobierno catalán, que los subvenciona y promociona como representante del pueblo de Cataluña y de su identidad supuestamente maltratada por el opresor español, sino que va a ser también el club de la Marca España al que por narices tenemos que admirar y agradecer lo mucho que nos ha dado.
Total, que la próxima crisis entre los gobiernos central y el autonómico de Cataluña no será por las balanzas fiscales o la inmersión lingüística, sino por ver cuál de los dos quiere más al Barsa. Y cuál les ofrece más privilegios.
Ríase usted del "villarato" con lo que puede venir con el "cardenalato", mas que nada, porque el Presidente del Consejo Superior de Deportes tiene entre sus competencias controlar los presupuestos y subvenciones de las Federaciones, no sólo la de fútbol, sino todas. En otras federaciones no sé, pero en la de fútbol no creo que encuentre Cardenal mucha oposición cuando llame a Villar para pedirle que se sienta orgulloso del Barsa y que actúe en consecuencia.
Yo me temía lo peor este año de las conmemoraciones nacionalistas del tercer centenario de la Guerra de Sucesión. Pensaba que la Generalidad necesitaría muchos triunfos del Barsa para montar esos desfiles de ardor separatista y estelado que tanto les gustan y que emplearían cualquier medio para conseguirlo. Pero viendo que el Gobierno central comparte el mismo interés, no puedo menos que sentir pánico.
El caso es que ya nos robaron la Final de la Copa del Rey de Baloncesto. Me explico, ya sé que la Copa está en nuestras vitrinas, pero en el último minuto nos atracaron con decisiones arbitrales que nos costaron una ventaja de 7 puntos para dejarnos por detrás en el marcador. Nos robaron la cartera, lo que pasa es que Llull la recuperó en el último segundo y no tuvieron tiempo de reaccionar.
De ese robo se ha hablado poco porque ganamos ¿pero que hubiera pasado si no entra el tiro al límite de Llull?. Estaríamos protestando por la falta inventada a Felipe en ataque que decidía el partido para el Barsa y nos dirían que habíamos perdido el señorío por hablar de los árbitros.
En la Liga llevamos un punto al Barsa. El Real Madrid está en trayectoria ascendente y el Barsa en crisis, pero la diferencia es sólo un punto. Que nadie dude de que el mensaje de Sánchez Arminio a los árbitros cuando criticó en público -un gesto insólito- al árbitro que había concedido un penalty inexistente al Madrid, tiene mucho que ver con que la crisis del Barsa no se haya reflejado en la clasificación.
El caso es que, pese a ir líderes, pese a que nos sirve un empate con el Barsa en el Bernabéu, pese a que por juego somos claros favoritos para la Final de Copa, yo veo las cosas muy mal, porque si los Gobiernos (en plural) se pelean por agradar a los seguidores culés, ¿qué mayor alegría para ofrecerles que machacar al Madrid? Esto pinta mal.
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