Pese a las tres derrotas y un empate en los amistosos de pretemporada, detecto una euforia desmedida en el madridismo y oigo por aquí y por allá la palabra "sextete". Yo no entiendo la imperiosa necesidad de ganar un "sextete", el Real Madrid ni siquiera ha ganado un triste "triplete" y eso no le ha impedido ser el mejor equipo de la historia del fútbol.
Que la prensa pida un "sextete" responde a su antimadridismo atávico. Ya en la época del mejor Barsa, recién vuelto Florentino a la presidencia del Madrid, el periodista-mascota de Ramón Calderón, Roberto Gómez, (fuera su anterior amo de la circulación, engulle el pienso que le echa Cerezo) ponía al Real Madrid como favorito de ganar todos los títulos, a sabiendas de que era una meta imposible, para así tener fiascos que echar en cara al presidente que había echado a su protector.
Pero lo peor es que lo del "sextete" ha calado en parte de la afición, que igual que crucificó hace unos meses a los jugadores por "tirar la Liga", cuando el equipo llegó fundido y estuvo a punto de perder la Final de la Champions por falta de efectivos y de fuerzas, ahora dice que tenemos la mejor plantilla de la historia y que hay que ganar seis títulos.
La maldición del Trébol
Esto me recuerda la llegada al Real Madrid de David Beckham en 2003 y sus palabras en una de sus primeras ruedas de prensa como jugador blanco, en la que se marcaba como objetivo el "Trébol" que es la versión inglesa de lo que en España se llama "triplete". Pero no, el Madrid ese año no ganó el Trébol, de hecho no ganó ni la Liga, ni la Copa, ni la Champions. Recién llegado Beckham, se ganó la Supercopa de España y en los siguientes cuatro años, hasta la Liga de Capello con Ramón Calderón en la presidencia, nada de nada.
¿Tenemos la mejor plantilla de la historia? La que teníamos cuando llegó David Beckham, con Figo, Zidane, y Ronaldo, tampoco era moco de pavo y repito: Una supercopa de España en tres años.
Y ojo, hay más paralelismos entre el verano de 2003 y el de este 2014. Aquel año también salieron jugadores porque pedían más reconocimiento o porque no resultaban suficiente glamourosos: Hierro, Morientes, Makelele y McManaman. Este año se han ido Diego, Morata y Casemiro, y están en la puerta de salida Di María y Khedira, mientras que empiezan a sonar rumores -espero que infundados- en los círculos procasillistas de que se busca destino a Xabi Alonso y Arbeloa.
Mucho me temo que Florentino está volviendo a las andadas en cuanto a las entradas y salidas en la plantilla. Tres años con Mourinho sin poner ni quitar jugadores han sido demasiado para él y esta temporada se vuelve a notar su mano.
Y yo tengo la impresión de que nuestro Presidente se fija más en la trascendencia mediática del jugador, en su imagen, que en sus valores deportivos. Vamos que mira más si es guapo o feo que sus estadísticas de goles, pases o balones recuperados.
Volvamos a 2003. Aquel verano se habló de Beckham y de Ronaldinho. El Barsa de Laporta tenía hecho con el Manchester United el traspaso del inglés, pero David prefería el Madrid y el Barsa se tuvo que conformar con Ronaldinho. Nadie discute cuál de los dos es más guapo y tiene mayor tirón ante medios, sponsors y mercado. Pero tampoco se pueden comparar los títulos que ganó Ronaldinho en el Barsa con los que dejó de ganar Beckham en el Madrid.
Y en 2014 volvemos a ver que se abre la puerta a Diego López, portero que es patrimonio madridista tanto en el aspecto deportivo como sentimental, cuando el entrenador de porteros lo pone como "de los mejores que ha entrenado" (Vecchi ha tenido a sus órdenes a porteros como Buffon o Dida) y se deja a Casillas, cuyo rendimiento ha caído en picado, pero que tiene más contratos publicitarios y un abrumador apoyo mediático que no duda en volver en contra del club cuando le viene en gana.
En la llegada de James se ve más la mano de FloPer por el tirón publicitario del colombiano, que la de Ancelotti por sus indudables cualidades futbolísticas. Lo mismo ocurre en el caso Di María, ahí también pesa más la indiferencia del presidente que la debilidad de Carletto por el jugador. O con Khedira, en quién el entrenador confía ciegamente hasta el punto de ponerle de titular en la Final de Champions tras 6 meses en el dique seco por su lesión de rodilla, pero no parece suficientemente "nacido para jugar en el Madrid" para Florentino.
Plantilla corta
Por mucho que tengamos una plantilla con una calidad deslumbrante, contar con sólo 22 jugadores (21 hasta que vuelva Jesé) me parece muy arriesgado, más si caemos en la trampa de ponernos como meta tripletes o sextetes. El año pasado tuvimos dos lesiones de larga duración (Jesé y Khedira) y llegamos al tramo final de la temporada con Cristiano cojo, Benzema lesionado y otros jugadores fundidos. Y que no me diga nadie que podemos contar con los jugadores del Castilla para emergencias, como se ha visto en la pretemporada, porque entonces me acuerdo del lema florentiniano de Zidanes y Pavones y me entran sudores fríos pese a este calor de agosto.
"Entrenador bizcochable que viene domado"
Me encuentro entre los primeros fans de Carlo Ancelotti y digo de los primeros porque en enero, cuando la mayoría de los madridistas lo ponían a parir, yo decía que era el mejor entrenador posible para el Real Madrid en esta entrada: Simply the best.
Al mismo tiempo que manifestaba mi admiración por Carletto, me indignaba cuando los prisaicos Relaño y La Morena le llamaban "técnico bizcochable", el que perpetra el AS, y "entrenador que viene domado", el de El Larguero. Pero hay indicios de injerencias de FloPer en la parcela técnica que pueden dar la razón a estos indeseables del AS y la SER. Florentino Pérez es el mejor presidente posible para el Real Madrid, pero como director técnico o entrenador es extremadamente mediocre. Al mismo tiempo, Carletto es un entrenador que está entre los dos o tres mejores del mundo. Pero si se deja comer su parcela puede acabar como un Queiroz.
Me sorprendo a mí mismo escribiendo estas líneas, parezco uno de esos "agonías" que tanto detesto, en lugar del optimista recalcitrante que suelo ser. De hecho mi optimismo impenitente me hace confiar en que aún queda tiempo para que salga Casillas y que Carletto ejerza como el gran manejador de egos que es y convenza a Khedira y Di María de que pueden ser felices en este Real Madrid. También espero algún fichaje que, sin poner en duda la jerarquía de la BBC, pueda suplir las bajas de cualquiera de ellos y servir de complemento. Pero las sensaciones (yo vivo el fútbol por sensaciones más que por hechos contrastables) de esta pretemporada no me gustan, ese "inicio de una Era" que proclamaba Ancelotti el otro día me trae recuerdos nefastos de la Era Galáctica y algunos de los hechos de este verano me retrotraen al nefasto de 2003, cuando el Madrid entró en una racha horrorosa en España y Europa y el Barcelona se hartó de ganar títulos (unos legales y otros ovrebados). Gracias a Zubizarreta, no veo rival en el Barsa actual, pero ojo con el Atleti, que el año pasado estuvieron a segundos de unir la Champions a su título de Liga y que este año se están reforzando magistralmente (y ya no te cuento si llegan a fichar a Reus).
Espero que el martes arrasemos al Atleti y alguno me ponga a caer de un burro por agorero. Sarna con gusto no pica.
Ñié... Sí pero no. Aunque estoy de acuerdo en la mayoría de las cosas que dices, en aquella ocasión se juntó además que el Madrid iba hacia abajo después de 3 Champions y el Barça iba hacia arriba. Ahora creo que es al revés, con el Madrid hacia arriba y con jugadores jóvenes y el Barça hacia abajo. El Atleti me preocupa relativamente. Y la plantilla no la veo corta, pero sí descompensada. Ceder a Illarra y traerse un 9 veterano resultón, me parecería un buen cambio.
ResponderEliminarCon tanta competición yo prefiero 25 que 22. A ver qué pasa de aquí al 31
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