Se acabó agosto. El mes en que España cierra por vacaciones ha transcurrido a un ritmo frenético para el Real Madrid: Han llegado y se han ido jugadores, se ha ganado un título y se ha perdido otro, la prensa ha descubierto al nuevo crack del fútbol mundial que ha resultado ser Di María (como el año pasado fue Ozil) y por fin ha reconocido los méritos que durante años escatimaron a Xabi Alonso y a Diego López. También ha habido polémicas encendidas por las nuevas camisetas, por las torpes declaraciones de un Cristiano que no parece entender que le debe más al Real Madrid que a Jorge Mendes, o la que ya se está convirtiendo en un clásico, que no es otra que la de la portería. Y lo que es peor, el mes ha traído derrotas, demasiadas, tanto en los amistosos de una Gira por EEUU que empezó demasiado pronto para el equipo, como en la Supercopa contra los "Intensos de Simeone" (a los que de jugar en el Real Madrid se les tacharía de alimañas) y en la segunda jornada de Liga poniéndonos ya a tres puntos del Barcelona de Luis Enrique, técnico que competirá con el Cholo para ver a quién dejan las nalgas más brillantes los lametones de los periodistas esta temporada.
Pero se acabó Agosto. Alea jacta est. Rien ne van plus. Se ha cerrado el mercado y las cartas están repartidas. Ahora toca jugar. De nada sirve reprochar las salidas, o lamentarse por los que no han venido. Si la plantilla es corta, que lo es, ya no hay remedio, al menos hasta el mercado de invierno.
Y yo soy optimista. Creo que nos van a venir bien todas las desgracias que nos han caído encima por una sencilla razón: Estamos a tiempo de corregir, de cambiar el rumbo, de evitar situaciones que la historia del club refleja en sus páginas, cuando el equipo se vino abajo tras una victoria sonada por un exceso de confianza.
Razones para el optimismo
Han pasado 100 días |
Pero se acabó Agosto. Alea jacta est. Rien ne van plus. Se ha cerrado el mercado y las cartas están repartidas. Ahora toca jugar. De nada sirve reprochar las salidas, o lamentarse por los que no han venido. Si la plantilla es corta, que lo es, ya no hay remedio, al menos hasta el mercado de invierno.
Y yo soy optimista. Creo que nos van a venir bien todas las desgracias que nos han caído encima por una sencilla razón: Estamos a tiempo de corregir, de cambiar el rumbo, de evitar situaciones que la historia del club refleja en sus páginas, cuando el equipo se vino abajo tras una victoria sonada por un exceso de confianza.
Razones para el optimismo
- Casillas se ha convertido en un bulto sospechoso, un bulto en el que no tropieza ningún balón, lo que va a puerta es gol. El que ha sido un motivo de discordia en el madridismo ha perdido apoyos hasta entre sus seguidores más recalcitrantes. Sigue teniendo la prensa a sus pies, pero el Bernabéu ya le silba, algo impensable hace sólo unos meses y los que justificaban su titularidad "para que caiga por su propio peso" parecen tener razón. Confío en que todo esto acabará pronto, que con Keylor Navas volvamos a tener uno de esos porteros que ganan puntos, algo que con Casillas es una quimera.
- La falta de liderazgo ha quedado patente. Los señalados como "Líderes del Nuevo Orden" madridista han demostrado su absoluta incapacidad para encabezar un proyecto. Casillas, Ramos y Cristiano no son ni capitanes, ni líderes. Casillas jamás ha defendido a sus compañeros y ha antepuesto la capitanía de la Selección a la del Real Madrid. Cristiano se ha delatado al criticar al club por no cumplir con los deseos de su representante Jorge Mendes y Ramos es... Ramos. Hay que quererlo como es, pero ponerle al mando del barco es otra cosa. Que esto quede claro en Agosto deja tiempo a Ancelotti para poner soluciones. Aquí el papel de Hierro puede ser fundamental.
- La plantilla sigue siendo extraordinaria. Keylor Navas, James, Kroos y Chicharito son unas incorporaciones muy acertadas y Ancelotti ha demostrado en el Madrid y en otros equipos saber adaptar el sistema para integrar a las grandes figuras. Creo que en enero tendrá que venir algún jugador más porque sólo 19 jugadores de campo (17 en estos momentos con Jesé y Khedira lesionados) me parecen poquísimos para todas las competiciones que tiene que afrontar el Real Madrid.
- En cuanto a los rivales, al Atleti le están tomando la matrícula, el otro día se hicieron públicas unas declaraciones del entrenador del Eibar sobre la violencia de su juego y, además, a Simeone parece que se le ha acabado la impunidad y le han caído 8 partidos de sanción por actuar con la famosa "intensidad" que tanto alaba la prensa.
- Zubizarreta es en sí una razón para ser optimista, su verano ha sido espectacular.
Así que, en cuanto pase el odioso parón de selecciones (que dadas nuestras dudas iniciales nos puede venir bien) será el momento para que el Real Madrid salga a por todas y nos pueda dar alegrías a la altura de las que nos dio esta primavera.
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