Casillas ha pasado de "no jugar por la inquina personal de Mourinho" a "jugar porque el presidente se lo prometió en una cena después de la Final de Champions". Eso es lo que se ha hecho creer a una parte muy significativa de la afición, en ambos casos, por filtraciones del portero al formidable entorno mediático que le rodea.
En el primer caso la jugada le salió redonda, muy pocos cayeron en la cuenta de que cuando Mourinho le sentó en Málaga en diciembre de 2012, el Madrid estaba a 13 puntos del Barsa, entre otras cosas por los 14 encajados por el portero, 7 a balón parado, 4 de ellos en córneres. No, la impresión general fue que entre Mourinho y Casillas había un desencuentro personal, algo que se confirmó cuando un mes más tarde, el 24 de enero, salió en Marca (periódico donde colabora la Carbonero) la célebre portada de "Presi, en junio o Mourinho o nosotros".
La guerra entre el "yerno que todas las madres españolas querrían tener" y el enemigo público nº1 acabó como todos sabemos y la prensa lo celebró alborozada dando por supuesto que "su" Iker volvía a la titularidad.
Pero no fue así, el nuevo entrenador Carlo Ancelotti, que no tenía nada personal contra Casillas, llegó a la misma conclusión que Mourinho y eligió a Diego López. Luego vino el apaño de darle Copa y Champions al favorito de la prensa, títulos que se ganan, aunque la Décima estuvo a punto de esfumarse por un fallo estrepitoso del supuesto "Santo".
Y entonces llega "La Cena". Días después de la Final de Lisboa tiene lugar una reunión de Casillas con el presidente cuyo contenido vuelve a ser filtrado a la prensa exactamente igual que la de "Mourinho o nosotros". Pero mientras la otra vez la filtración sirvió a Casillas para poner a gran parte de la afición contra Mourinho y tapar que su suplencia era una cuestión simplemente técnica, esta vez el tiro le ha salido por la culata y el principal perjudicado está siendo él.
La cena de los idiotas.
Lo que se dijo en esta cena entre Florentino, Casillas y su representante Carlo Cutropía ha sido repetido en todos los medios afines al portero y, más adelante, ha llegado incluso a los blogs y podcasts, hasta el punto de que no creo que haya un sólo madridista que no conozca su contenido. Hay matices, pero en lo que todo el mundo coincide es en que Florentino Pérez le pide a Iker Casillas que se quede y le "garantiza" que Ancelotti cuenta con él. Yo supongo que el motivo de la filtración es para tener cogido al presidente, para evitar que se pueda echar atrás, pero la consecuencia ha sido nefasta, tanto para una como para la otra parte: Han hecho el idiota.
En el primer caso la jugada le salió redonda, muy pocos cayeron en la cuenta de que cuando Mourinho le sentó en Málaga en diciembre de 2012, el Madrid estaba a 13 puntos del Barsa, entre otras cosas por los 14 encajados por el portero, 7 a balón parado, 4 de ellos en córneres. No, la impresión general fue que entre Mourinho y Casillas había un desencuentro personal, algo que se confirmó cuando un mes más tarde, el 24 de enero, salió en Marca (periódico donde colabora la Carbonero) la célebre portada de "Presi, en junio o Mourinho o nosotros".
La guerra entre el "yerno que todas las madres españolas querrían tener" y el enemigo público nº1 acabó como todos sabemos y la prensa lo celebró alborozada dando por supuesto que "su" Iker volvía a la titularidad.
Pero no fue así, el nuevo entrenador Carlo Ancelotti, que no tenía nada personal contra Casillas, llegó a la misma conclusión que Mourinho y eligió a Diego López. Luego vino el apaño de darle Copa y Champions al favorito de la prensa, títulos que se ganan, aunque la Décima estuvo a punto de esfumarse por un fallo estrepitoso del supuesto "Santo".
Y entonces llega "La Cena". Días después de la Final de Lisboa tiene lugar una reunión de Casillas con el presidente cuyo contenido vuelve a ser filtrado a la prensa exactamente igual que la de "Mourinho o nosotros". Pero mientras la otra vez la filtración sirvió a Casillas para poner a gran parte de la afición contra Mourinho y tapar que su suplencia era una cuestión simplemente técnica, esta vez el tiro le ha salido por la culata y el principal perjudicado está siendo él.
La cena de los idiotas.
Lo que se dijo en esta cena entre Florentino, Casillas y su representante Carlo Cutropía ha sido repetido en todos los medios afines al portero y, más adelante, ha llegado incluso a los blogs y podcasts, hasta el punto de que no creo que haya un sólo madridista que no conozca su contenido. Hay matices, pero en lo que todo el mundo coincide es en que Florentino Pérez le pide a Iker Casillas que se quede y le "garantiza" que Ancelotti cuenta con él. Yo supongo que el motivo de la filtración es para tener cogido al presidente, para evitar que se pueda echar atrás, pero la consecuencia ha sido nefasta, tanto para una como para la otra parte: Han hecho el idiota.
- Florentino ha cometido la idiotez de comprometerse con un portero en franco declive, más sabiendo que ese compromiso lo iba a hacer público y le iban a tener bien cogido.
- Casillas ha hecho el idiota haciendo público que juega por su compromiso con el presidente, no por sus méritos. Ha pasado de ser "El Santo" o la "Víctima del pérfido portugués" a un "enchufao" que juega por órdenes de Florentino.
Ambos han salido retratados de la cena. Hay quién exculpa a FloPer diciendo que no le quedaba más remedio que mantener a Casillas porque echarle cuesta 40 millones de euros y hablan de que quiere que juegue para que quede en evidencia y sea el Bernabéu quién le eche (este argumento me parece muy cogido por los pelos). Los exaltadores de Casillas dicen que él se hubiera ido pero que fue el presidente quién le convenció, eso sí, garantízándole que se había acabado el reparto de un portero en Liga y otro en Champions y que él iba a jugar las dos competiciones. Hay también quién habla de un supuesto acuerdo por el que Casillas es titular este año y en verano se va perdonando parte del contrato "vitalicio" que firmó con Calderón.
El caso es que el Bernabéu ve que en la portería se la están dando con queso, que el bueno es el que está en el banquillo y que el portero tembloroso que contagia su canguelo a todo el equipo no está ahí por su trabajo en los entrenamientos, ni mucho menos por sus aciertos desde el Mundial de Brasil, sino por el compromiso que alcanzó con el señor que está en el palco. Y pitan, pitan al portero y no tardarán mucho en pitar al presidente.
Partiendo de que no me gusta la gestión deportiva de Florentino y que además soy firme detractor de Casillas; no alcanzo a comprender que, de ser toda esta historia cierta, al portero le interese que salga a la luz. Solamente consigue arrojar cosas negativas tanto sobre él mismo como sobre el presidente.
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