Para explicar la tendencia autodestructiva del Real Madrid basta recitar la lista de entrenadores con sus respectivos proyectos que han pasado por el club durante este siglo hasta la llegada de Mourinho. Aquí no se tolera un fracaso, pero la única solución que se pone es derribar todo lo que hay para volver a empezar de cero y competir contra proyectos consolidados durante años, para así volver a fracasar e iniciar otra vuelta al círculo vicioso.
No ha acabado septiembre y ya se pone en duda a Ancelotti, a la mitad de la plantilla y desde el club se oyen mensajes de "unidad en torno al entrenador" que ponen claro que el suelo bajo sus pies no es firme en absoluto. Pero eso no es lo peor, al fin y al cabo la afición del Madrid siempre ha sido bastante cainita, lo peor es que parecemos haber olvidado quienes son nuestros auténticos enemigos: El régimen federativo y la prensa, en definitiva, el antimadridismo.
El antimadridismo, una piña
El antimadridismo es posiblemente, el "ismo" más virulento en España, no sólo porque es capaz de unir al resto de aficiones contra el Real Madrid, sino porque incluso llega a captar para su causa a parte de la afición blanca. Prueba de lo que digo ha sido lo que ha pasado con Mourinho: El antimadridismo fue una piña, actuó con la unanimidad que le caracteriza para linchar al portugués, líder de unos de nuestros proyectos más ilusionantes de los últimos tiempos. Pero lo peor fue que los antimadridistas contaron con la complicidad de una parte de la afición:
Yo estoy convencido de que a Mou no lo echa la persecución mediática y federativa, sino nuestra propia afición; de hecho creo que cuando toma la decisión de irse es después de cometer el error de convocar un plebisicito sobre su figura en el Bernabéu y encontrarse con el apoyo escaso de unos pocos y la indiferencia de los más.
Y otro caso de unanimidad de nuestros enemigos, en el que coinciden con parte de nuestra afición, es el casillismo. Lo que ha ocurrido con Casillas el último año -sobre todo desde enero cuando Carbonero le deja en evidencia ante gran parte del madridismo- es algo insólito, no sólo porque yo no recuerdo que alguien haya pasado de héroe a villano para una parte significativa de su afición en tan poco tiempo, sino porque tampoco creo que se haya dado un caso de un jugador mucho más querido por los rivales que por los de su propio equipo.
El caso es que el Madrid está partido y nuestros enemigos están más unidos que nunca, basta con ver a diario las portadas de AS-Marca-Sport-MD: Son intercambiables, muchos días si nos tapan la cabecera no sabemos cuál se edita en Madrid y cuál en Barcelona porque su objetivo es el mismo: Hundir al Real Madrid, unos para beneficiar a su Barsa y los otros para acabar con Florentino Pérez y poner a alguno más afín a sus intereses.
Ambiente irrespirable
El resultado de esta estrategia orquestada por el antimadridismo es que el ambiente en el club se convierte en irrespirable para unos y otros.
Mucho se habla de la falta de actitud de los jugadores en algunos partidos, pero es que tiene que ser difícil motivarse cuando ves que tienes a toda la prensa en contra, que si Muñiz regala un partido al Barsa el AS dice que ha hecho un "muy buen arbitraje", pero si el beneficiado por el mismo colegiado es el Madrid, se organiza la mundial y hasta el jefe de los árbitros, Sánchez Arminio, arremete contra él en público, algo que sólo ocurre las escasísimas veces que somos los beneficiados.
Aquí es donde muchos madridistas tiran de señorío y proclaman: "no podemos hablar de árbitros porque no jugamos a nada" ¿y no será que los jugadores no están motivados porque están hartos de ver que estamos en una competición manipulada al servicio de los de siempre por la influencia de una RFEF infestada de "gaspares" y "freixas" hasta los tuétanos?
Ante la duda, madridismo
No seré yo quién pida "unidad" a la afición, entre otras cosas porque aquí cada uno es de su padre y su madre y siente al Real Madrid como mejor le parece. Pero lo que sí se puede pedir es madridismo, que si no podemos aportar, al menos no pongamos piedras en el camino.
Un ejemplo: ¿Sirve de algo pitar a Benzema en septiembre? ¿Qué queremos, que le sustituya Morata y acabe en el Getafe por no estar preparado para cargar con la responsabilidad de ser el 9 del Madrid? ¿Que venga otro en enero y durante los tres meses que faltan tener a un Karim pensando por qué no ha cogido el mismo camino de un Higuaín, al que ahora se alaba, pero que cuando estaba aquí se llevaba palos por todos lados?
Y con Ancelotti lo mismo ¿sirve de algo compararlo con Mourinho (sobre todo cuando muchos de los que ahora le reclaman son los que le hacían la vida imposible aquí)? ¿Qué se va a conseguir pitándole en septiembre? Carletto es un entrenador con un bagage profesional suficientemente contrastado para entrenar al Real Madrid, con Mourinho debe ser uno de los que más títulos ha ganado en diferentes Ligas. Puede gustar más o menos, pero es el entrenador del Real Madrid y el madridismo tiene que apoyarle para el bien del equipo.
Lo que no se puede olvidar es que el enemigo está ahí fuera, que tienen nombres -Santiago, Manolo, Alfredo, Paco- y apellidos -Segurola, Lama, Relaño, Caridad- y que el madridista que repite sus consignas está sirviendo a sus fines bastardos que no son otros que buscar lo peor para el Real Madrid. Y eso es antimadridismo, y si lo perpetran los nuestros es el "antimadridismo interior" infinitamente más nocivo que el de los que llevan toda la vida odiando y envidiando al Real Madrid.
No ha acabado septiembre y ya se pone en duda a Ancelotti, a la mitad de la plantilla y desde el club se oyen mensajes de "unidad en torno al entrenador" que ponen claro que el suelo bajo sus pies no es firme en absoluto. Pero eso no es lo peor, al fin y al cabo la afición del Madrid siempre ha sido bastante cainita, lo peor es que parecemos haber olvidado quienes son nuestros auténticos enemigos: El régimen federativo y la prensa, en definitiva, el antimadridismo.
El antimadridismo, una piña
El antimadridismo es posiblemente, el "ismo" más virulento en España, no sólo porque es capaz de unir al resto de aficiones contra el Real Madrid, sino porque incluso llega a captar para su causa a parte de la afición blanca. Prueba de lo que digo ha sido lo que ha pasado con Mourinho: El antimadridismo fue una piña, actuó con la unanimidad que le caracteriza para linchar al portugués, líder de unos de nuestros proyectos más ilusionantes de los últimos tiempos. Pero lo peor fue que los antimadridistas contaron con la complicidad de una parte de la afición:
Mou no llegó a sentir un apoyo decidido de la afición |
Yo estoy convencido de que a Mou no lo echa la persecución mediática y federativa, sino nuestra propia afición; de hecho creo que cuando toma la decisión de irse es después de cometer el error de convocar un plebisicito sobre su figura en el Bernabéu y encontrarse con el apoyo escaso de unos pocos y la indiferencia de los más.
Y otro caso de unanimidad de nuestros enemigos, en el que coinciden con parte de nuestra afición, es el casillismo. Lo que ha ocurrido con Casillas el último año -sobre todo desde enero cuando Carbonero le deja en evidencia ante gran parte del madridismo- es algo insólito, no sólo porque yo no recuerdo que alguien haya pasado de héroe a villano para una parte significativa de su afición en tan poco tiempo, sino porque tampoco creo que se haya dado un caso de un jugador mucho más querido por los rivales que por los de su propio equipo.
El caso es que el Madrid está partido y nuestros enemigos están más unidos que nunca, basta con ver a diario las portadas de AS-Marca-Sport-MD: Son intercambiables, muchos días si nos tapan la cabecera no sabemos cuál se edita en Madrid y cuál en Barcelona porque su objetivo es el mismo: Hundir al Real Madrid, unos para beneficiar a su Barsa y los otros para acabar con Florentino Pérez y poner a alguno más afín a sus intereses.
Ambiente irrespirable
El resultado de esta estrategia orquestada por el antimadridismo es que el ambiente en el club se convierte en irrespirable para unos y otros.
Mucho se habla de la falta de actitud de los jugadores en algunos partidos, pero es que tiene que ser difícil motivarse cuando ves que tienes a toda la prensa en contra, que si Muñiz regala un partido al Barsa el AS dice que ha hecho un "muy buen arbitraje", pero si el beneficiado por el mismo colegiado es el Madrid, se organiza la mundial y hasta el jefe de los árbitros, Sánchez Arminio, arremete contra él en público, algo que sólo ocurre las escasísimas veces que somos los beneficiados.
Aquí es donde muchos madridistas tiran de señorío y proclaman: "no podemos hablar de árbitros porque no jugamos a nada" ¿y no será que los jugadores no están motivados porque están hartos de ver que estamos en una competición manipulada al servicio de los de siempre por la influencia de una RFEF infestada de "gaspares" y "freixas" hasta los tuétanos?
Ante la duda, madridismo
No seré yo quién pida "unidad" a la afición, entre otras cosas porque aquí cada uno es de su padre y su madre y siente al Real Madrid como mejor le parece. Pero lo que sí se puede pedir es madridismo, que si no podemos aportar, al menos no pongamos piedras en el camino.
Un ejemplo: ¿Sirve de algo pitar a Benzema en septiembre? ¿Qué queremos, que le sustituya Morata y acabe en el Getafe por no estar preparado para cargar con la responsabilidad de ser el 9 del Madrid? ¿Que venga otro en enero y durante los tres meses que faltan tener a un Karim pensando por qué no ha cogido el mismo camino de un Higuaín, al que ahora se alaba, pero que cuando estaba aquí se llevaba palos por todos lados?
Y con Ancelotti lo mismo ¿sirve de algo compararlo con Mourinho (sobre todo cuando muchos de los que ahora le reclaman son los que le hacían la vida imposible aquí)? ¿Qué se va a conseguir pitándole en septiembre? Carletto es un entrenador con un bagage profesional suficientemente contrastado para entrenar al Real Madrid, con Mourinho debe ser uno de los que más títulos ha ganado en diferentes Ligas. Puede gustar más o menos, pero es el entrenador del Real Madrid y el madridismo tiene que apoyarle para el bien del equipo.
Lo que no se puede olvidar es que el enemigo está ahí fuera, que tienen nombres -Santiago, Manolo, Alfredo, Paco- y apellidos -Segurola, Lama, Relaño, Caridad- y que el madridista que repite sus consignas está sirviendo a sus fines bastardos que no son otros que buscar lo peor para el Real Madrid. Y eso es antimadridismo, y si lo perpetran los nuestros es el "antimadridismo interior" infinitamente más nocivo que el de los que llevan toda la vida odiando y envidiando al Real Madrid.
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