El Barcelona nos roba, nos roba competiciones con los apaños de la RFEF de Villar-Gaspart-Freixa, nos roba la Selección que ha dejado de ser el equipo de todos para convertirse en un ramal más de la propaganda culerda, nos roba la información deportiva al haber infiltrado sus comisarios defensores del "fúpbol" y los "valors" como un cáncer que corroe los principales medios nacionales y ahora nos roba el valor mediático de la Liga Española para emponzoñar los partidos con actos reivindicativos del separatismo catalán, principalmente los partidos contra el Real Madrid que se han convertido en un canal mundial de transmisión del mensaje de "Catalonia is not Spain"
Si el Barsa quiere promocionar el separatismo catalán participando en actos políticos, es su problema y el de sus aficionados, sobre todo los que no son separatistas y viven fuera de Catalauña, que tienen que sufrir mofas y escarnios mientras balbucean la excusa de "no, si a mí me gusta el Barsa por su fútbol, yo paso de la política".
Lo que me resisto a admitir es que utilicen las competiciones y al resto de equipos, principalmente al Real Madrid, para sus aquelarres separatistas. Me explico: Si organizan un partido reivindicativo, como los de la selección catalana, no llenan un campo de Segunda B ni con autobuses llegados de toda la región con bocata, entrada y bandera gratis. Sin embargo, si el acto lo organizan en un Barcelona - Real Madrid, el "Catalonia is not Spain" da la vuelta al mundo. ¿Pero qué tiene que ver el Real Madrid con el separatismo catalán? ¿Por qué tiene que prestar su imagen y su capacidad mundial de convocatoria para contribuir a la difusión de los delirios de Mas y los Pujol?
"Usurpan" el valor mediático de Cristiano para vender su mercancía |
Para celebrar un partido de fútbol hacen falta dos equipos y para convertir el partido en un acto separatista de difusión mundial, también. Si fuera un cínico, pediría que, ya que el Barcelona está subvencionado por el gobierno nacionalista de su región, repartiera lo que cobra vía TV3, fundaciones y demás, con el resto de equipos de la Liga. Pero no se trata de eso: Ni el Real Madrid ni la inmensa mayoría de equipos de la Liga Española colaborarían con el separatismo catalán ni cobrando. ¿Qué solución nos queda? ¿Tragar? ¿Seguir tragando? ¿Además de villarato arbitral y de control de los medios desde TVE hasta grupo PRISA pasando por Mediaset, Marca, etc, tenemos que aguantar la sumisión política al Barsa?
Porque esa es otra, si para un partido de fútbol hacen falta dos equipos, para que el Barsa tenga su actual repercusión son necesarios los arbitrajes dirigidos desde la RFEF de Villar-Gaspart-Freixa y el bombardeo mediático alabando el fútbol excelso del Barsa y los méritos del separatista Guardiola que, aún en Alemania, sigue de plena actualidad gracias a Segurola y los mamporreros de PRISA.
Pues yo no pienso tragar, yo seguiré protestando mientras se utilice la Liga y a todos sus equipos para las aspiraciones políticas bastardas de una entidad que lo que tiene de "más que un club" es que es el brazo propagandístico de un movimiento que amenaza la convivencia en su región y en el resto de España. Y seguiré protestando cada vez que se utilice una Final de Copa para insultar a todo el país y escupirnos en la cara de nuestros símbolos nacionales. Y seguiré reivindicando una competición limpia, no sólo ya en lo deportivo y arbitral, ni no en lo social y político.
Y que nadie confunda mi rechazo al separatismo con aversión hacia Cataluña, admiro a muchos catalanes, sobre todo a luchadores como Albert Boadella con cuya particular interpretación de la "estelada" me despido.
Albert Boadella |
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