La ley del silencio

Ayer, tras el enésimo partido en que el Barcelona está pasando apuros y el colegiado de turno acude al rescate dejando al rival con diez, me pregunté si esta vez el entrenador o alguien del Betis saldría a protestar. Pregunta retórica porque conozco la respuesta de antemano: Aquí te pueden robar un partido concediendo goles ilegales al rival y pitándote penaltis de risa que, si es contra el FCB, los jugadores, técnicos y directivos del equipo contrario cerrarán la boca resignados ante su desgracia, como hizo la semana anterior Abelardo ante uno de los arbitrajes más escandalosos que se le recuerdan a Clos Gómez, lo que ya es mucho decir. Curiosamente el técnico gijonés no hace ni dos meses que estalló en rueda de prensa clamando "nos han robado, me da igual que me metan cincuenta partidos" por un gol anulado y un penalty dudoso en contra. Pero claro, fue ante el Granada; ante el Barcelona, silencio.

Y uno se pregunta: ¿Por qué? y claro, acaba recordando a Mourinho. Y precisamente en el portugués veo yo una explicación al silencio con que todo el mundo asume que en los años transcurridos desde que Laporta llegó a la presidencia del Barcelona, traicionó a la Liga y facilitó la reelección de Villar, el club catalán es sistemáticamente favorecido por los árbitros.

Mourinho denunció los favores al FCB y así le fue

Baste un dato que demuestra que la expulsión del jugador del Betis contra el Barcelona no es una excepción sino que es la regla: Entre 2003 y 2016 al Barcelona le han expulsado a 59 jugadores y a sus rivales 93, lo que da un balance positivo de 34. En el mismo periodo al Real Madrid le han expulsado 80 jugadores y a sus rivales 65, con un resultado negativo de menos 15. Estos y otros datos muy esclarecedores están en la muy recomendable cuenta de Twitter de @MaketoLari.

¿Y qué tiene que ver el portugués con este silencio cómplice con la corrupción arbitral favorable al Barcelona? Muy sencillo, es el ejemplo de lo que te puede ocurrir si te atreves a denunciarla: Sufrir una persecución mafiosa dentro y fuera del campo a él y a tu familia  que alcance extremos como el de un reportaje sobre la madre de Mourinho en el que se le atribuía un supuesto origen bastardo.

En su primer año en el Real Madrid, Mourinho protagonizó tres momentos que han sido muy recordados: En Liga, en diciembre de 2010 salió a la sala de prensa enarbolando una lista de trece errores contra su equipo que había cometido el árbitro Clos Gómez (¿quién si no?) en un Real Madrid - Sevilla. En contra de lo que manipuló la prensa, mas que denunciar a Clos denunció al club por callarse (recordemos que tenía a Valdano de director deportivo) y dejarle sólo en lugar de actuar todos a una para rebelarse al status quo favorable al Barcelona que ya detectó nada más llegar (Ver Rueda de prensa vía @rafa_nmj ). El siguiente momento fue tras vencer al Barcelona en la Final de Copa de esa temporada cuando ironizó sobre que había tres categorías de entrenadores: Los que no hablaban de los árbitros; los que sí se quejaban de sus errores, entre los que se incluía y una nueva, que incluía sólo a Guardiola, que protestaban por sus aciertos. Se refería a que el técnico del FCB se había quejado de que Pedro estaba en fuera de juego"por unos centímetros" en una jugada que acabó en gol anulado (@RichardDees recuperaba esta rueda de prensa esta semana en su podcast). Y el tercer momento de esa primera temporada fue la célebre rueda de prensa de los "por qué" tras un arbitraje escandaloso a favor del Barcelona en las semifinales de la Champions League.

Ahí empezó la cacería, los dos años siguientes fueron un infierno para el portugués, una cacería al hombre como jamás se había visto y que, tres años después de su salida del Real Madrid aún no ha cesado, porque a día de hoy la prensa deportiva española sigue sacando la figura del portugués para vilipendiarlo. ¿Aún dura el rencor después de tanto tiempo? A mi entender no, simplemente se trata de seguir avisando a los demás de lo que les puede ocurrir si se atreven siquiera a insinuar lo que a las claras denunció Mourinho.

Como dicen en El Padrino "no es nada personal, son los negocios", no hay un rencor hacia él sino hacia sus denuncias al Barcelona y la Federación que lo protege. Si Mourinho hubiera fichado por el club catalán, como hubiera ocurrido en caso de aceptar la oferta que tuvo antes de fichar por el Inter, el trato de la prensa hubiera estado al nivel del de un reportaje de la vocera culé Cristina Cubero en el que proclamba lo guapo y seguro de sí mismo que encontraba a Mou y lo bien que le sentaba el bronceado. Pero como fichó por el Madrid y se atrevió a denunciar el sistema, la prensa que pace en el pesebre de dicho sistema (el noventa por ciento mínimo) le utiliza como escarmiento.

La ley del silencio, sólo queda entrenar con diez antes de jugar contra el Barcelona, como ya avisó precisamente Mourinho nada más llegar al Madrid y comprobar el percal.