Los meses que nos esperan de aquí a final de temporada van a ser terroríficos. A los ataques desmedidos y coordinados en una campaña infame contra nuestro entrenador (yo la comparaba con una "tormenta perfecta" en otra entrada de este blog), se va a unir un cataclismo aún peor, un tsunami a la altura del reflejado en el cine en la recomendable película "Lo Imposible". Y si los que vieron la película se quedaron impresionados por la fuerza desatada de las olas del mar, que se preparen para la inundación de baba que se nos viene encima con la diferencia de puntos del Barsa y la subida a los altares de la Bundesliga (única competición donde Mou ha descartado entrenar) del huido Guardiola.
El ataque es contra el Real Madrid como institución y ya está dando sus frutos como se puede ver por la división real que se da entre la afición y la que se nos quiere hacer creer que hay en el vestuario.
Entre la afición el cisma parece irreconciliable. Hace un tiempo el chaval que iba al fondo sur y animaba desde el calentamiento hasta la retirada de los jugadores y el señor de tribuna que llegaba tarde y se iba diez minutos antes para no pillar atasco, compartían en mayor o menor medida su apoyo al club, al cuerpo técnico y a la plantilla. Pero hoy eso no es así, la campaña antimadridista ha logrado calar hasta abrir una brecha tan irreconciliable como la diferencia entre lo que se vende en As y Marca (fuente de información del señor que se va en el minuto 80) con lo que se lee en las redes sociales (más próximo al fondo sur).
Se busca dividir y desestabilizar: Los ataques a Mourinho ha subido hasta un nivel equiparable a los métodos de la Mafia: Como no pueden contra él van a por la familia: Visita a la casa de la madre de El Mundo con reportaje que empieza destacando su condición de hija ilegítima; persecución paparazzi del As a Mourinho en el entrenamiento de su hijo, "incidente" en un centro comercial cuyo protagonista acaba saliendo ¡oh casualidad! en un programa de Cuatro en el que está Jesús Gallego, otro más de la banda de Lama y Castaño que tan bien justifican que a la prensa se la denomine "La canalla"... El objetivo es claro, que Mou se rinda, que lo deje por imposible y se finiquite este Madrid que ha roto el ciclo del Barcelona más bla, bla, bla de la historia.
La supuesta división del vestuario empieza a tomar tintes cómicos: Ya no es el escriba de Valdano, Diego Torres, que inventa peleas con botes de Red Bull estampados en la pared, ahora es el primer mindundi de cualquier web quién cuenta peleas encarnizabas, ya no saben si de españoles contra portugueses, de franceses contra alemanes, de portugueses entre sí... Y siempre Mou por medio, un día contra Casillas, otro contra Cristiano, a quién al contar por fin con un respaldo unánime de la afición, hay que utilizar como arma arrojadiza contra el entrenador. Lo que no dirán es que en el caso de Casillas, tras el supuesto "castigo" que tan bien ha venido para dividir a la afición, el portero ha encadenado una racha de tres partidos sin encajar un gol y ha dado muestras de un cambio de actitud que hace albergar esperanzas de que Mourinho haya recuperado al mejor Iker.
Baba, oceános de baba
Pero lo peor está por venir: De aquí a final de temporada una pregunta se va a repetir en cada rueda de prensa o comparecencia pública de jugadores, directivos y técnicos: "¿Puede consentir el Real Madrid estar a tantos puntos del Barsa?" Esto va a ser una orgía de comparaciones odiosas semana tras semana de lo maravilloso que es el Barsa y lo ruin que es el Real Madrid: As y Marca competirán con Sport y Mundo Deportivo en una competición de juegos florales por ver quién hace una exaltación más estomagante de los valors, humiltat y toda la farfolla que acompaña al Barsa durante los últimos años y que, como la Liga pasada se la tuvieron que tragar, en esta los hectómetros cúbicos de baba retenidos van a romper todos los diques de contención.
Y por si fuéramos pocos, salta Guardiola. Los que nos las prometíamos tan felices por el anuncio de que iba a estar un año fuera de la circulación el personaje más falso, retorcido y empalagoso que ha dado el fútbol español, los que pensábamos que la aparición en el Balón de Oro para asegurar que no sería decente negociar con un Bayern que tenía entrenador sería un breve paréntesis, nos encontramos con que se acabó la tregua: Otro tsuami de baba se aproxima a nuestras costas. Para hacernos una idea de lo que viene véase en forma de anticipo esta frase de Zubizarreta:
"Estoy contento de que el Bayern haya venido a este pequeño país a por Pep"
De aquí a verano la exaltación de Guardiola va a ser insoportable, su presentación en una envoltura de catalán culto y polìglota en contraposición al españolito casposo, será la tónica diaria y, lo que es peor, nos la meterán por los ojos los mismos medios que promocionan paletadas como lo de "soy español, a qué quieres que te gane". La adoración por Guardiola, un tipo que se ha proclamado partidario de acabar con la nación española, de los mismos que se arrancan los pelos cuando los franceses hacen una gracia con los guiñoles es algo que sólo tiene para mí una explicación: Su antimadridismo está por encima de cualquier otra consideración, alaban a cualquiera que sea enemigo del Madrid por despreciable que sea el sujeto en cuestión.
Lo imposible
Contra el tsunami que se nos viene encima no parece probable que el proyecto del Real Madrid pueda sobrevivir, que Mourinho pueda soportar la presión o incluso que Florentino sea capaz de resistir las presiones externas y no acabe cediendo ante prensa e intereses políticos para tener un ambiente menos irrespirable de cara a las elecciones. A menos que ocurra un milagro, de eso trata la película "Lo imposible" a la que me refiero hoy, pero como no quiero chafar nada a los que no la hayan visto, termino aquí dejando un artículo de Sostres en El Mundo que es un pequeño resquicio entre la ola gigante de halagos a Guardiola (el Marca de hoy, sin ir más lejos, es un Especial Pep). Curiosamente el único que le critica es el que mejor lo conoce, alguien que durante un tiempo fue un gran amigo suyo.
El ataque es contra el Real Madrid como institución y ya está dando sus frutos como se puede ver por la división real que se da entre la afición y la que se nos quiere hacer creer que hay en el vestuario.
Entre la afición el cisma parece irreconciliable. Hace un tiempo el chaval que iba al fondo sur y animaba desde el calentamiento hasta la retirada de los jugadores y el señor de tribuna que llegaba tarde y se iba diez minutos antes para no pillar atasco, compartían en mayor o menor medida su apoyo al club, al cuerpo técnico y a la plantilla. Pero hoy eso no es así, la campaña antimadridista ha logrado calar hasta abrir una brecha tan irreconciliable como la diferencia entre lo que se vende en As y Marca (fuente de información del señor que se va en el minuto 80) con lo que se lee en las redes sociales (más próximo al fondo sur).
Se busca dividir y desestabilizar: Los ataques a Mourinho ha subido hasta un nivel equiparable a los métodos de la Mafia: Como no pueden contra él van a por la familia: Visita a la casa de la madre de El Mundo con reportaje que empieza destacando su condición de hija ilegítima; persecución paparazzi del As a Mourinho en el entrenamiento de su hijo, "incidente" en un centro comercial cuyo protagonista acaba saliendo ¡oh casualidad! en un programa de Cuatro en el que está Jesús Gallego, otro más de la banda de Lama y Castaño que tan bien justifican que a la prensa se la denomine "La canalla"... El objetivo es claro, que Mou se rinda, que lo deje por imposible y se finiquite este Madrid que ha roto el ciclo del Barcelona más bla, bla, bla de la historia.
La supuesta división del vestuario empieza a tomar tintes cómicos: Ya no es el escriba de Valdano, Diego Torres, que inventa peleas con botes de Red Bull estampados en la pared, ahora es el primer mindundi de cualquier web quién cuenta peleas encarnizabas, ya no saben si de españoles contra portugueses, de franceses contra alemanes, de portugueses entre sí... Y siempre Mou por medio, un día contra Casillas, otro contra Cristiano, a quién al contar por fin con un respaldo unánime de la afición, hay que utilizar como arma arrojadiza contra el entrenador. Lo que no dirán es que en el caso de Casillas, tras el supuesto "castigo" que tan bien ha venido para dividir a la afición, el portero ha encadenado una racha de tres partidos sin encajar un gol y ha dado muestras de un cambio de actitud que hace albergar esperanzas de que Mourinho haya recuperado al mejor Iker.
Baba, oceános de baba
Pero lo peor está por venir: De aquí a final de temporada una pregunta se va a repetir en cada rueda de prensa o comparecencia pública de jugadores, directivos y técnicos: "¿Puede consentir el Real Madrid estar a tantos puntos del Barsa?" Esto va a ser una orgía de comparaciones odiosas semana tras semana de lo maravilloso que es el Barsa y lo ruin que es el Real Madrid: As y Marca competirán con Sport y Mundo Deportivo en una competición de juegos florales por ver quién hace una exaltación más estomagante de los valors, humiltat y toda la farfolla que acompaña al Barsa durante los últimos años y que, como la Liga pasada se la tuvieron que tragar, en esta los hectómetros cúbicos de baba retenidos van a romper todos los diques de contención.
Y por si fuéramos pocos, salta Guardiola. Los que nos las prometíamos tan felices por el anuncio de que iba a estar un año fuera de la circulación el personaje más falso, retorcido y empalagoso que ha dado el fútbol español, los que pensábamos que la aparición en el Balón de Oro para asegurar que no sería decente negociar con un Bayern que tenía entrenador sería un breve paréntesis, nos encontramos con que se acabó la tregua: Otro tsuami de baba se aproxima a nuestras costas. Para hacernos una idea de lo que viene véase en forma de anticipo esta frase de Zubizarreta:
"Estoy contento de que el Bayern haya venido a este pequeño país a por Pep"
De aquí a verano la exaltación de Guardiola va a ser insoportable, su presentación en una envoltura de catalán culto y polìglota en contraposición al españolito casposo, será la tónica diaria y, lo que es peor, nos la meterán por los ojos los mismos medios que promocionan paletadas como lo de "soy español, a qué quieres que te gane". La adoración por Guardiola, un tipo que se ha proclamado partidario de acabar con la nación española, de los mismos que se arrancan los pelos cuando los franceses hacen una gracia con los guiñoles es algo que sólo tiene para mí una explicación: Su antimadridismo está por encima de cualquier otra consideración, alaban a cualquiera que sea enemigo del Madrid por despreciable que sea el sujeto en cuestión.
Lo imposible
Contra el tsunami que se nos viene encima no parece probable que el proyecto del Real Madrid pueda sobrevivir, que Mourinho pueda soportar la presión o incluso que Florentino sea capaz de resistir las presiones externas y no acabe cediendo ante prensa e intereses políticos para tener un ambiente menos irrespirable de cara a las elecciones. A menos que ocurra un milagro, de eso trata la película "Lo imposible" a la que me refiero hoy, pero como no quiero chafar nada a los que no la hayan visto, termino aquí dejando un artículo de Sostres en El Mundo que es un pequeño resquicio entre la ola gigante de halagos a Guardiola (el Marca de hoy, sin ir más lejos, es un Especial Pep). Curiosamente el único que le critica es el que mejor lo conoce, alguien que durante un tiempo fue un gran amigo suyo.
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